Entre Becerril de la Sierra y Manzanares el Real, en plena Sierra de Madrid se sitúan ‘Las Tejoneras’, ‘Vallejo Miguel’ y ‘Los Hoyos’, tres fincas que tiene una superficie total de 360 hectáreas que dan cobijo tanto a los machos como a las hembras de la vacada de El Retamar, una divisa con sangre Núñez que cuenta actualmente con un número de vacas amplio, pero no extenso, siendo 10 madres y varios sementales aquellos componen dicho hierro.
Se trata de una ganadería que tiene su origen a partir de la escisión de la divisa de El Álamo, formada, a su vez, con un lote de vacas y sementales adquiridos en 1985 a Hdros. Carlos Núñez, línea Rincón se podía leer en la información suministrada por la Agrupación Española de Ganaderos de Reses Bravas. Sería en 1996 cuando D. José Luis Pinto Marabotto y Dña. Susana Hurtado Sánchez forman su ganadería (El Rertamar) con un tercio de los animales que le correspondieron a la Sra. Hurtado. A partir del año 2013 queda en propiedad exclusiva de la familia Pinto, manteniendo la misma procedencia, seña´de oreja y divisa.
“En los últimos años, se refrescó adquiriendo sementales de Gabriel Rojas para seguir perpetuando este encaste que tanto nos gusta y que tanto nos ha dado”, nos comentaba Matías Cruz, mayoral de la casa. Una vacada que tiene su origen en la compra de vacas y sementales a los herederos de Carlos Núñez en 1984 como bien se hace constar en la propia web de la asociación.
“Para este año hay en los cercados de esta coqueta finca unos 40 animales, entre erales, utreros y toros, para lidiar de novilladas con caballos completas y de cuatro, y tres sin caballos” nos comentaban fuentes directas del hierro madrileño. “Respecto a las corridas de toros, solamente tenemos la cita con la Copa Chenel en Estremera, plaza donde lidiamos tres toros el domingo que viene”, añadía Cruz.
Un hierro que basa sus camadas en novilladas con y sin picadores, lugar donde tiene un hueco gracias a los buenos resultados que viene cosechando en estos últimos años. Pese a ello, en esta casa se han lidiado toros sueltos tanto en plaza como en las calles, no siendo esta una tónica habitual. Como dato a tener en cuenta, en la Finca las Tejoneras coexiste con el toro bravo, el cerdo 100% ibérico, cuyos productos se comercializan con la marca JP Marabotto.
Camada que fotografió al completo nuestro compañero Pablo Ramos, hombre de campo de Cultoro en estas lides. Una ganadería muy reconocible en el fenotipo debido a la conformación de pitones, sus hechuras y los pelajes de los animales. Hierro que en este mes de marzo aprovecha los abundantes pastos que da una finca agradecida con las lluvias caídas en esta zona. Las vacas andan lustrosas, los becerros corretean por los cercados, mientras que erales y añojos esperan el día de su embarque para demostrar en el ruedo su bravura y su nobleza.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
