Con Valdemorillo. Olivenza, Castellón e Illescas ya en el zurrón, la temporada europea va tomando forma a expensas de lo que vaya sucediendo en las distintas ferias. En el horizonte aparecen plazas como Arlés, Sevilla o Madrid, tres cosos de gran importancia que tendrán en sus carteles a una amalgama de espadas de gran relevancia en el escalafón.
Una temporada que se irá completando con otras plazas de primera como Málaga -Sábado Santo- o Córdoba y su Feria de la Salud. Un mes de mayo y junio en el que aparecerán ferias importantes de segunda categoría que andan en negociaciones con distintos diestros para cerrar su abono. Pero amén de todas ellas hay una que emerge con mayor fuerza si cabe. Se trata de Pamplona y su Feria del Toro a celebrar entre el 5 y el 14 de julio, un abono para el que ya hay ganado.
Miura, Victoriano del Río-Toros de Cortés, Hros. D. José Cebada Gago, Jandilla-Vegahermosa, José Escolar, Domingo Hernández, Fuente Ymbro, La Palmosilla, El Capea-Carmen Lorenzo-San Pelayo (rejones) y Ganadería de Pincha (novillada con caballos) son los 10 hierros elegidos por La MECA para un 2024 donde no se esperan grandes novedades respecto a la confección de carteles, esos que verán la luz una vez San Isidro haya traspasado su ecuador.
Respecto a las negociaciones con los distintos diestros, la Casa de Misericordia ya han entablado algunas conversaciones informales de cara a la contratación de los primeros espadas del escalafón. Fechas, ganaderías, tardes… todo para tener un organigrama y empezar a construir la Feria. Pero no solo de esos diestros se nutre Pamplona: ésta también espera a ver lo sucedido en las primeras ferias del año, incluida parte de San Isidro para rematar las combinaciones.
De momento todo está muy verde, únicamente han existido conversaciones con un ramillete de apoderados, teniendo clara la empresa cuál es su modus operandi, al que ya no estamos acostumbrados al presentar otras empresas sus ferias con una gran antelación, dejando sin posibilidad de entrar a espadas que triunfen en cosos como Castellón, Valencia o Arlés, algo que antes no pasaba y que ahora pagan los toreros más modestos o aquellos que consiguen dar un golpe sobre la mesa.