Dentro de las muchas fincas rústicas que hay en nuestra piel de toro, la provincia de Córdoba tiene en su interior una importante amalgama de ellas, ya sea estas de sierra o campiña. Un territorio desconocido para muchos, pero que no debe sorprender debido a su riqueza medioambiental. Allí flora y fauna se dan la mano para evidenciar que esta zona, pese al desconocimiento de muchos, es una de las más relevantes de la Península Ibérica.
El área de la provincia de Córdoba es de 13 771 km², existiendo una población que sobrepasa los 780.000 habitantes, viviendo más de un 40% en la capital. Con el paso del tiempo, al igual que ocurre en otras zonas de España, los núcleos rurales se van despoblando, algo que perjudica a un sector primario que cada vez cuanta con una población más envejecida. Esto atañe de forma directa a aquellos propietarios de fincas agrarias que ven como esa mano de obra antes citada va menguando, teniendo que contratar para sus campañas a jornaleros extranjeros.
Pese a todo ello, el valor de la hectárea en diversas partes de la provincia de córdoba no se ha depreciado, sin ir más lejos en una web especializada encontramos el siguiente anuncio: “Se vende finca de dehesa y olivar en plena producción por 2.050.000 €”. Una publicación que ponía también el foco sobre la abundante agua que posee una finca de 130 hectáreas perfectamente adaptada para la cría de ganado bovino, ovino o caprino.
Una dehesa que cuenta con caserío y amplias instalaciones, entre ellas una plaza de toros, corrales, manga de saneamiento… Como dato a tener en cuanta, la finca está totalmente perimetrada con alambradas de espino, dividiéndose esta en parcelas y cercados para dividir los animales por sexo y edad. Su extensión es otro de los factores a tener en cuanta, siendo esta una explotación ganadera que no necesita de una amplitud grande de terreno para dar de comer al ganado al ser temprana y contar con buenos pastos.
Dentro de los sistemas de cultivo del olivo, tan presente en esta finca, hay que señalar tres tipos: Tradicional, intensivo, superintensivo, siendo el objetivo del cultivo del olivo el maximizar la cantidad y calidad de aceitunas obtenidas. El sistema de cultivo tradicional suele diferenciarse entre el mecanizable y el no mecanizable, siendo esta una finca que posee un número importante de hectáreas destinadas a la producción de aceite.