Javier Cortés derrochó toreria y personalidad en el Real Casino de Madrid. El torero madrileño protagonizó un Coloquio cargado de autenticidad y sabor en el que durante casi dos horas compartió reflexiones con un selecto grupo de aficionados taurinos de la prestigiosa institución madrileña.
«No me defino como torero de arte, ni de clase, me considero un torero pasional que guió por mi instinto y por mi corazón», expresó. «Mi Tauromaquia yo creo que se base el toreo esencial que es el dominio primero y la belleza después. Me llena la profundidad de la embestida de un toro exigente y me llena a la vez la creatividad y la belleza de un toro con nobleza y clase», subrayó
El torero respondió a preguntas de los asistentes y recordó: «Me gusta inmiscuirme en la historia del toreo y coger muchas cosas de toreros que me apasionan». El diestro recordó: «Me hubiera encantado ver a Juan Belmonte, a Rafael El Gallo o poder hablar con Manolete o El Cordobés, por ejemplo»
No habló de referentes. O habló de muchos. «Me hubiera gustado ver torear a Luis Alfonso Garcés que me cuentan que toreaba con categoría y todo lo que he visto de él, lo ratifica. Pero a la vez, me llena ver a otros toreros de otra personalidad. El toreo es un ejercicio de aprendizaje constante».
Su relación con Madrid. El momento que atraviesa la Tauromaquia. Los jóvenes en los toros. Fueron temas de los que habló Javier Cortés en el Real Casino. No rehuyó recordar el grave percance sufrido en Las Ventas. «Madrid es mi casa y mi plaza. Me encuentro cómodo en Madrid porque es la plaza de mis sueños, donde sueño cada vez que entreno», reveló antes de mostrar su ilusión por tomar parte en la Goyesca del próximo 2 de mayo en la Monumental de Las Ventas.