Los patrocinadores de la nueva figura no habían considerado oportuno que se la incluyera en el cartel de la feria, si bien no dudaron en preparar, organizar y contratar a diestros y toros para su presentación en Pamplona.
Los toreros que días antes habían figurado en el cartel de la Feria sanferminera, especialmente Antonio Ordóñez, se opusieron a la celebración de esta corrida extraordinaria, argumentando que quien viniera a Pamplona debería hacerlo en la Feria del Toro y con las ganaderías contratadas por la Casa Misericordia. La posibilidad de que el joven maestro trajera los toros preparados era otra de las razones esgrimidas.
Dentro de la Junta de Gobierno de la Casa de Misericordia hubo un sector, reducido, que criticó a Ordóñez por interferirse en asuntos que se estimaban de exclusiva competencia de los intereses de la Casa.
Llegó el día de la corrida extraordinaria. Hubo muchos problemas con los toros. Se rechazaron varios, hubo presiones de todo tipo, a favor y en contra, y al final se lidiaron tres toros de Carlos Núñez y tres de Higuero. El público acudió y se ganó dinero.
Al año siguiente, en plena Feria de San Fermín, se presentó Antonio Ordóñez en la Administración de la Casa de Misericordia, junto con Ignacio Usechi, y preguntó a cuánto habían ascendido los beneficios de la corrida organizada el año anterior por los mentores del joven torero. Se le enseñó el resultado, 347.124 pesetas, y acto seguido firmó un cheque por la misma cantidad, como donativo para la Casa de Misericordia.
FUENTE: feriadeltoro.net