Pero el paseíllo no tendrá los protagonistas previstos. Manuel Montoliú quiere descibir el lote a su matador cuando se encuentra una respuesta imprevista: «El Soro”, camino de Pamplona, ha pasado ha pasado a revisar la rodilla por la consulta del Doctor Guillén en Madrid y este le ha prohibido vestirse de luces. No podrá hacer el paseíllo hoy. La alternativa de Sergio Sánchez, frustrada el 7 de julio, no tiene ahora padrino.
Montoliú comunica la noticia, y la Casa de Misericordia necesita encontrar un matador para esa misma tarde. Todavía no existen los teléfonos móviles. Piensan en Zaragoza y Soria como los puntos más cercanos para encontrar un torero de garantía. En Soria lo encuentran, al parecer, nadando en la piscina.
A José Luis Palomar, protagonista pocos años antes de la corrida del siglo, le comentan que hay una sustitución en Pamplona, con el dinero, los toros, y el cartel. El matador acepta pero algo se le ha escapado de la conversación cuando pregunta qué día es el festejo…
Para cuando Palomar quiere darse cuenta ya tienes toros, están sorteados, cuadrilla, la del Soro se ha ofrecido a actuar con él, trajes de luces, los tiene su mozo de espadas en Zaragoza y la Meca ha puesto un taxi para transportarlos, así como una habitación de hotel.
Palomar se presentó vestido de luces a las seis y cuarto en el patio de caballos, hizo el paseíllo y se convirtió en el padrino de alternativa del sexto matador navarro del siglo XX.
FUENTE: feriadeltoro.net