«Me he entregado con el toro en todo momento, se le han hecho las cosas perfectas y no creí que fuera a durar tan poco. He sentido muy dentro los berridos de Sevilla y ya veréis como en el siguiente será», sentenciaba Lama de Góngora.
«Era una tarde muy importante por muchas razones. Sevilla lo merece todo, y desde que me fui a la puerta de chiqueros decidí que me iba a entregar con el alma. El toro no ha sido nada fácil, pero tenía que entregarme al máximo para recoger los frutos, y nahora mismo estoy inmensamente feliz», sentenciaba con convicción el torero.