El mexicano Leo Valadez sufrió, este martes, una fortísima voltereta por el tercer toro de Santiago Domecq en la Real Maestranza. En la recta final de la faena, el toro lo sorprendió y lo zarandeó, con fortuna sin cornada aparente. Finalmente todo quedó, según el parte médico, en un «varetazo en fosa iliaca derecha y erosión superficial pretibial».
Así contó en su toro a toro Pablo López Riobo lo ocurrido:
El tercero fue un colorao de Santiago Domecq, que, si bien no tuvo la profundidad y la entrega de sus hermanos, tuvo nobleza y temple en las telas. Un toro al que el mexicano nunca pudo apretar por abajo por la condición del animal. Leo Valadez lo toreó con cierto temple, siempre a media altura y sin llevárselo detrás de la cadera. Anduvo decidido, pero sin apretarse de verdad ante un animal que no aguantaba el sometimiento. La faena caminaba sin un rumbo fijo, con toro y torero sin apostar de verdad el uno por el otro, cuando el astado se lo echó a los lomos, levantándose el mexicano muy dolorido. Volvió a la cara del animal ya sin chaquetilla para matar al toro tirándose entre los pitones. Tardó el toro al caer, siendo finalmente silenciado segundos antes de pasar a la enfermería.