El matador sevillano Borja Jiménez sufrió, en el quite del primer toro de Ana Romero esta tarde en la corrida de la Feria de San Jorge de Zaragoza, una tremenda cogida por el animal, que lo zarandeó y le dio una soberana paliza. Rápidamente fue auxiliado por las cuadrillas, y siguió en el ruedo tirando de vergüenza torera.
Así narró nuestro compañero Ángel Estévez lo ocurrido en el coso de La Misericordia en este toro que correspondía a El Cid:
Abrió plaza un toro de Ana Romero, de pelo negro y con 510 kilos de peso, herrado con el número 8, y de nombre «Fortuna», siendo aplaudido por si presencia, y al que se sacó a los medios El Cid con oficio, después de que el toro le echara las manos por delante en el saludo con el percal. El toro, nacido en diciembre de 2019, mostró fijeza en el primer puyazo, pero salió despedido del peto en el segundo. Quitó por delantales Borja Jiménez en su turno, sufriendo una voltereta espeluznante, aparentemente sin consecuencias pero con un tremendo palizón. No humillaba nada el de Ana Romero y se quedó debajo del torero en un lance, esperando mucho en banderillas. Tardo, probón y sin humillar el de Ana Romero, se le metió descaradamente por el lado izquierdo a el Cid en el inicio de faena. Se puso el torero a diestras tratando de someter al bronco toro, pero en la segunda tanda de derechazos este dijo que no, quedándose debajo del fajín del matador. Abrevió Manuel yéndose a por el acero. Mucho peligro el del toro, que cazaba moscas por el izquierdo. Dos pinchazos y estocada corta dejó el Cid a un toro que no lo puso fácil a la hora de matar. No acertó el puntillero, que sufrió un tremendo arreón del toro. Finalmente fue atronado el toro. Hubo división de opiniones para el toro y silencio para Manuel Jesús Cid.