En la localidad sevillana de Almadén de la Plata se sitúa la finca ‘La Capitana’ una dehesa donde el toro bravo es el rey. Allí la familia Algarra disfruta de un paraíso que D. Luis Algarra Polera fue construyendo con sus propias manos una vez que tuvo claro que los animales de su ganadería debían pasar de la marisma a la sierra para el mejor aprovechamiento de una finca que debía de dedicarse principalmente a la agricultura.
Un proyecto ganadero que fue puliendo con los años y que le valió un nombre dentro de los ganaderos de bravo. Sería en 2006 cuando su hija Aurora tomaría las riendas de una divisa tras el fallecimiento de su padre. Una ganadera cabal y con los pies en el suelo que pese a los vaivenes del tiempo está consiguiendo mantener a la ganadería sevillana en el lugar que siempre tuvo su padre.
En 1963 el ganadero sevillano Salvador Algarra del Castillo, abuelo de la actual ganadera, se hizo con una vacada que inicialmente formó con reses de Benítez Cubero (Hidalgo Barquero) y que tenía el viejo hierro de Félix Suárez. Se trataba de un hombre que allá por 1918 formó su proyecto ganadero con animales de Santa Coloma y que perteneció en su día a D. Rodrigo de Figueroa y Torres, Duque de Tovar.
En 1974 su hijo Luis Algarra Polera eliminó todo este ganado adquiriendo a Juan Pedro Domecq y Díez 150 vacas, dos sementales y varios lotes de utreros, erales y añojos, siendo esta casi la cuarta parte de la ganadería origen. Un proyecto ganadero que con los años se fue afianzando hasta llegar a copar los carteles de mayor relumbrón en ferias de gran importancia. Toreros como Curro Romero, Manzanares, Joselito, Ponce o José Tomás, entre otros, la mataron en plazas como Valencia o Almería entre otras.
Tras casi 20 años en manos de Aurora el hierro sevillano ha alcanzado una regularidad notoria. Sin perder la seña de identidad de la casa, esta ganadera ha conseguido que los toros de casa tengan ese punto de chispa y transmisión que les faltaba antaño. Sin perder esa citada clase y siendo fiel a un tipo de toro con unas hechuras muy características, la familia Algarra ha conseguido mantener el legado que le dejó su padre.
Una camada de gran armonía y seriedad la fotografiada por nuestro compañero José Joaquín Diago, que ha conseguido captar momentos únicos en una finca que rompió con toda su belleza esta primavera. Los machos y las hembras se encuentran lustrosos hundiendo su barriga en el variado y abundante pasto que hay en ‘La Capitana’. 2024 será crucial para una vacada que ha conseguido entrarle por los ojos tanto a los toreros como a los aficionados.
FOTOGALERÍA: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO