El Juli, tras torear al tercero de Garcigrande, señaló al micrófono de Toros después de pasear dos orejas que “estoy pleno de haberme expresado, de haberme sentido, de haber tocado registros de mi tauromaquia. Esta plaza es la más dura pero la más sensible cuando las cosas salen: he soñado el toreo”, señalaba emocionado.
Asimismo, añadía que “el toro ha sido un superclase en todo, ha tenido una enorme definición y había que echarle alma a un toro que tenía tanta profundidad y tanta verdad. Había que sentir de verdad. Esto es lo que a mí me llena. Ha habido momentos en los que me he podido reunir de una forma muy difícil, pero que la he conseguido. Para poder torear así tiene que haber una embestida y una condición, como la que ha tenido este animal”, concluía Juli.