El pasado sábado se cerraba una nueva edición de la Feria del Caballo de Jerez con la presencia de José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla”, Sebastián Castella y José María Manzanares. Un cartel que suscitó el interés por parte de un buen número de público y aficionados que llenaron en más de tres cuartos dicho coso. Una terna que tuvo delante un noble y desigual encierro marcado a fuego con la V de Veragua perteneciente a Juan Pedro Domecq Morenés ganadero que ya el año pasado alcanzó un nivel notable con encierros de alta nota.
La corrida, pese a no ser completa, sí mantuvo el interés en todo momento al salir animales de distinta condición y juego. Uno de ellos fue el desigual y medido de raza primero, un toro justito de fuerzas al que José Antonio buscó torear a su altura para que este no se afligiera. Se defendió de salida al embestir con las manos por delante y soltando la cara. Festejo donde se vivieron momentos de angustia debido a los percances sufrido por José Antonio Morante de la Puebla en el primero y Luis Blázquez en el tercero, amén del derribo por parte del quinto a Manuel José Bernal durante el tercio de varas.
Dicho percance sufrido por Morante de la Puebla sobrevino cuando este trataba de llevar al animal al jaco. El sevillano pisó una de las rayas del tercio, resbaló y quedó a merced de un animal que lo golpeó de forma violenta en el suelo. Fueron unos segundos de angustia, José Antonio había quedado inerte en el suelo, por fortuna pudo levantarse sin mayores problemas y volver a la cara del toro. Pese a la aparatosidad del golpe, este no le obligó a pasar a la enfermería en ese punto del festejo.
Breve y torera fue una faena donde los tendidos de Jerez pudieron paladear ese toreo tan personal que tiene el diestro cigarrero. Acertó José Antonio a llevarlo empapado en la muleta, no dejando este que el animal tocase los trastos, de lo contrario se desordenaba soltando la cara. Fueron contados, pero de una templanza absoluta los muletazos que dibujó un espada que, si bien no anda igual de fresco e inspirado que la temporada pasada, sí sigue manteniendo ese toreo que encandila a los aficionados.
Pese a la existencia dicho percance el sevillano no necesitó pasar por la enfermería no existiendo parte médico del mismo, de ahí que este medio se haya puesto en contacto con su entorno descartando este que haya una lesión tras el aparatoso golpe sufrido cuando cuando llevaba al abreplaza al jaco. Un contratiempo que no le impidió seguir afrontando la tarde con total normalidad.