JEREZ DE LA FRONTERA

El momento de angustia de Roca Rey con un toro de Jandilla este fin de semana: así ocurrió el percance


lunes 13 mayo, 2024

Fue un percance sufrido en las postrimerías de una labor con gran eco en los tendidos

Roca Rey
La cogida a Roca Rey. © Toros Jerez

En la presente temporada volvía Andrés Roca Rey a la plaza de toros de Jerez de la Frontera previo a su paso dentro de unos días por la Feria de San Isidro de Madrid. Un festejo donde compartía cartel junto al extremeño Alejandro Talavante y el sevillano Pablo Aguado para estoquear un encierro marcado a fuego con la estrella de las cinco puntas propiedad de Borja Domecq. Una corrida variada en su juego con toros de gran clase y animales con menor celo y mayor presencia de mansedumbre.

Uno de esos animales que acusó en exceso su mansedumbre fue el emotivo, pero geniudo quinto, un astado al que Roca Rey consiguió centrar en su muleta hasta que este acabó por irse a tablas. Un animal con codicia en los trastos pero carente de clase, embistiendo muchas veces por dentro y soltando la cara. Pero fue en las postrimerías de la faena cuando se produjo un percance que estuvo a un tris de acabar con el peruano en la enfermería.

Tanto abusó del toro en la corta distancia que este se lo echó a los lomos sin mayores consecuencias. Fue en los últimos pasajes de una labor que llegó una enormidad a los tendidos, una faena donde imantó al Jandilla en su muleta en series de cinco y hasta seis muletazos. Andrés aguantó esas embestidas explosivas de un animal que pese a no tener la clase y el ritmo necesario para irse tras los vuelos si tuvo esas arrancadas que había que domeñar.

Pero volvamos al momento del percance y sus consecuencias. Andrés se había metido entre los pitones pese a tener al animal todavía mucha tela que cortar. Una distancia corta que no le sentó bien a un toro que se siguió moviendo con aspereza, siempre soltando la cara y embistiendo con los pechos. Se salvó el peruano de alguna que otra tarascada hasta que lo prendió en el pase de pecho. Afortunadamente, lo encunó salvándose el espada de un percance mayor.

Por todo ello este medio quiso ponerse en contacto con su entorno más cercano para saber si dicha voltereta había originado alguna consecuencia que pudiera obligar al peruano a tener que pasar por el hospital a hacerse una radiografía o resonancia para conocer si había sido un mero golpe o había algún problema mayor. Dichas fuentes nos aseguran que Andrés está bien y que no peligran en absoluto sus próximos compromisos, más si cabe cuando trenzó el paseíllo en Valladolid con total normalidad.

Tras una estocada arriba un público enfervorecido pidió en pie un doble trofeo, ese que acabaría siendo otorgando el usía. Una tarde donde Andrés Roca Rey volvió a demostrar que no se deja ganar la pela por nadie le embistan de una forma u otra los toros. Un festejo donde su lote no sacó a recluir ese tipo de embestidas donde el torero puede sentirse toreando despacio y sí una condición áspera y exigente como fue el caso del emotivo segundo y el manso encastado quinto.