El ganadero madrileño Aurelio Hernando ha trasladado, en los últimos meses, todo su ganado desde su mítica finca “La Gamonosa” hasta la que tenía las hembras, “Cerca del Cura”, ubicada en las cercanías de la localidad de Soto del Real y en pleno Parque Nacional de Guadarrama, a los pies «La Pedriza».
En la actualidad, la vacada “veragüeña” está compuesta por 170 vacas divididas en cinco lotes, con ocho sementales. Se trata de una vacada en la que predomina el jabonero en todas sus versiones: albahío, jabonero claro, jabonero y jabonero sucio, pero que también se dan pelajes como melocotón negro o berrendo.
La morfología del toro de Aurelio Hernando es la de un animal amplio de esqueleto, al que le entran muchos kilos y con un cráneo muy particular por su volumen, que suele ir acompañado de pitones amplios. Además, en muchos animales se da la características de que la punta de éstos es acaramelada.
Durante esta temporada ya ha lidiado un utrero en la novillada concurso de la Miniferia de la Comunidad de Madrid el pasado 1 de mayo, y le quedan otras cuatro novilladas picadas -una de ellas para rejones- que el ganadero lidiará en Cuéllar, Valdilecha y otros dos destinos aún por anunciarse de forma oficial. En total, tiene unos 30 utreros, guardando diez de ellos para una corrida fuerte en 2025.
Por otro lado, este año también lidiará cuatro toros en el mes de junio en las semifinales de la Copa Chenel, en concreto en el coso de Alalpardo, además de otra una novillada sin picadores.
Aurelio Hernando, junto a su mujer Laura, son unos enamorados del encaste Veragua y se dedican en cuerpo y alma a la ganadería, siendo ésta su única fuente de ingresos.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS