Noé Gómez del Pilar sabe lo que es cruzar la línea y pisar esos terrenos en los que tanto queman las zapatillas. Sabe también (porque lo ha experimentado en primera persona) que si tiras la moneda al aire, a veces te sale la cruz que te indica el camino de la enfermería. Pero es muy consciente de que esa vía, la del compromiso innegociable y la verdad, es la más directa hacia la llave del triunfo que abre el portón de la primera plaza del mundo. La que quita y la que da. Con la que se verá las caras el próximo 4 de junio en corrida de la mítica divisa de José Escolar.
Llegas al mes de mayo con varios festejos a tus espaldas esta temporada (Villaseca de la Sagra, Toledo, Madrid, Vic Fezensac…) ¿Cuáles han sido tus sensaciones delante de la cara del toro?
Las sensaciones de lo que va de temporada han sido muy buenas, por lo que afronto con mucha ilusión los próximos compromisos. Creo que he trabajado a conciencia durante todo el invierno y eso me ha permitido llegar muy preparado a estas plazas que puntúan fuerte y que me pueden abrir la puerta de muchas ferias.
Tras torear este fin de semana en Francia, el próximo domingo te vestirás de luces en Orgaz junto a tus compañeros Esaú Fernández y Álvaro Alarcón y con los toros de Alcurrucén. ¿Tienes ganas de este día?
Sí, hace unos años me vestí de corto para torear un festival en esa plaza y estoy muy ilusionado. Es una plaza muy coqueta con una gran afición y que está muy cerca de mi casa. Además, coincide con los días previos a mi fecha de Madrid, por lo que espero que la corrida embista y pueda mostrar la dimensión que estoy mostrando estos días en el campo.
Y tan solo unos días después, estás anunciado en Madrid con la corrida de José Escolar. ¿Cómo llega Gómez del Pilar a San Isidro?
Llego a Madrid con mucha responsabilidad. Soy muy consciente de que la feria de San Isidro es la que me lo puede dar todo, pero también es la plaza que me quita el sueño. Sin embargo, estoy tranquilo porque conozco muy bien la ganadería de José Escolar y he cosechado numerosos triunfos con sus toros, como el del año pasado, cuando pude cortar una oreja. Por lo tanto, tengo sus reacciones y embestidas en la cabeza y eso me hace llegar un poco más confiado. Pero también se que no será una corrida fácil, como hemos visto otros años en esta plaza.
¿Te hace sentir especialmente presionado pensar que gran parte de la temporada dependerá de lo que ocurra el próximo día 4 de junio?
La presión siempre está ahí antes de este tipo de citas, pero lo gestiono de la mejor manera posible. Para ello, intento despejar la mente, quitarme de encima lo que no está en mi mano, y seguir entrenando y toreando en el campo. Que las cosas estén saliendo bien y que pueda seguir toreando es algo que me ayuda mucho a controlar esos miedos para poder estar metido en la tarde al 100 % sin más cosas en la cabeza. Con todo ello, se que la tarde de Madrid me puede abrir muchas puertas porque, aunque hay muchas ferias que ya están confeccionadas, aún confío en poder entrar en otras como Bilbao o Pamplona.
Eres un torero que ha cruzado muchas veces la línea que tanto se pide y se exige en Las Ventas, aunque esa exposición te haya costado a veces percances. ¿Te sientes respetado por la afición de Madrid?
Sí. Por supuesto que me siento respetado, aunque todavía me falta un puntito para poder decir ‘aquí estoy yo’. Me falta que un toro me permita expresarme del todo y poder firmar una faena de dos orejas para ser torero de Madrid. Gracias a Dios, esta es una plaza que suele respetarme y esperarme, y cuando me exige y me aprieta es porque sabe que puedo dar mucho más de mí. Por eso, sigo trabajando día a día para conseguir ese triunfo rotundo que me haga convertirme por derecho en un torero de Madrid.
¿Cómo ha evolucionado Gómez del Pilar como torero durante las últimas temporadas? ¿Qué te han enseñado personal y profesionalmente los últimos años?
En estos años, he aprendido a valorar todo mucho más. Cuando estás encasillado dentro de las corridas llamadas ‘duras’, empiezas a ser consciente del sacrificio que conlleva mantenerse durante tanto tiempo como figura del toreo y me acuerdo de muchos de mis compañeros. Mantenerte durante varios años toreando este tipo de corridas te hace valorar todo mucho más, incluso los pequeños detalles de la vida. Soy consciente de que tenemos un plus de peligrosidad más alto que nos hace ver las cosas de otra manera. Cuando yo empecé con corridas de este tipo, nunca imaginé que iba a durar tanto porque no creo que sea un torero con valor a la hora de aguantar las miradas, las pruebas… Pero para suplir esta falta de valor, busco capacidad de valentía y otros recursos que me hagan seguir adelante.
¿Qué le falta a Gómez del Pilar para poder entrar en esos carteles soñados de las grandes ferias?
Creo que me falta dar un golpe sobre la mesa en Madrid. Todos soñamos con esa puerta grande, pero lo difícil no es solo abrirla, sino que lo realmente complicado comienza después porque la exigencia es enorme. En ese circuito es donde todos queremos estar, pero hay muchos ejemplos de compañeros que han abierto esa puerta y todo ha quedado ahí por diferentes motivos. Ojalá la próxima vez que hagamos una entrevista podamos hablar de todas estas dificultades.