CAMPO BRAVO

¿Cómo es La Malvaloca, la nueva finca de Morante en la que ha montado su ganadería?


jueves 18 julio, 2024

El diestro sevillano asienta su cuartel general en esta finca situada a pocos kilómetros de 'Gómez Cardeña'

Morante
Morante, en una tarde en Sevilla, y a la derecha partes de la finca. © Eduardo Porcuna y Quintas

Muchos son los matadores de toros que con el dinero ganado delante de la cara de los animales deciden comprarse una finca donde disfrutar con sus amigos y familiares. La adquisición de estas propiedades no siempre va encaminada a la entrada de ganado bravo en la misma, aunque son mayoría aquellos que se deciden por emprender un viaje como ganaderos de bravo. Este fue el caso de Juan Belmonte, matador de toros que introdujo simiente brava en ‘Gómez Cardeña’, finca donde residió gran parte de su vida.

Posteriormente al Pasmo de Triana fueron otros muchos los que enfocaron su retiro de los ruedos a criar ganado bravo. Figuras de la talla de Santiago Martín ‘El Viti’, Paco Camino, Diego Puerta, Antonio Chenel ‘Antoñete’, Pedro Gutiérrez Moya ‘Niño de la Capea’, Francisco Rivera ‘Paquirri’, Dámaso González, José María Manzanares, Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, José Miguel Arroyo ‘Joselito’, Enrique Ponce, Julián López ‘El Juli’ o recientemente José Antonio Morante de la Puebla decidieron darle al toro todo aquello que este les había entregado.

Alguno de ellos esperaron a no estar en activo para emprender este camino, otros lo compaginaron con su faceta de matador de toros, e incluso alguno únicamente compró dicho ganado como disfrute personal y entrenamiento de cara a la temporada. Por el momento no sabemos si Morante de la Puebla tiene pensado ser ganadero para lidiar sus productos en la plaza o simplemente disfrutarlo en la soledad del campo.

Un torero que asienta su nueva vacada de sangre Núñez en ‘Malvaloca’ una finca localizada en un entorno privilegiado en el triángulo que forman Utrera, Las Cabezas de San Juan y Villamartín. Se trata de un lugar cargado de simbolismo al estar a pocos kilómetros de la citada ‘Gómez Cardeña’, una de las fincas más señeras del campo bravo español. Allí marcará a fuego a sus animales con el mítico hierro de Pérez de la Concha, vacada de gran carga sentimental para José Antonio.

Hace tiempo que ya pastan en los cercados de esta finca las hembras compradas a la familia Lozano, esas que comparten cerca con sementales también de la rama Núñez, amén de varias novillas de sangre Martínez que la familia Quintas le regaló al espada sevillano. Un proyecto a largo plazo que con el tiempo debe ir depurando un espada que siempre ha sentido predilección por los animales marcados a fuego con el hierro de Alcurrucén pese a no ser esta una de las divisas con las que más se ha prodigado en las plazas.