Nos cuentan que anoche, el prestigioso Club Taurino Paul Ricard (Madrid) rindió un emotivo homenaje al diestro Enrique Ponce, para conmemorar sus 25 años de trayectoria taurina. La glamurosa y divertida FIESTA, tuvo lugar en la Residencia del Embajador de Francia, lugar habitual de reunión cuando son los franceses los que convocan. Ya saben ustedes, nada más elegante que recibir en casa. A ver si vamos tomando nota. El caso, me dejo llevar por el «charm” francés y me despisto, es que para arropar al Maestro de Chiva en este merecido homenaje (a mi me ganó por completo el día de la presentación de los carteles de #Magdalena15) se dio cita la «flor y nata” del torero.
Y va la ristra de negritas. Encabezada por los ganaderos, por lo que vemos el sector con mayor representación en la noche; Maria José Peña y Federico Barber, Conchita Hernández (Garcigrande), Carlos Nuñez, Javier Sánchez Arjona y la simpática y always divertida, Ana Mayoral. En representación de la familia, acudió Victoriano Valencia. En calidad de compañeros, el sevillano Dávila Miura que participó en el acto para hacer pública la gran admiración que siente por el Maestro Ponce. También estuvieron allí Alberto Aguilar y Sergio Marín. Los hermanos Víctor y Verónica Zábala. David Shoet de los Premios Zr. Zumel, la Marquesa de la Vega de Anzo y Cristina Yanes. Jorge Mantilla, Presidente del Club Paul Ricard Madrid, otro de los encargados de glosar la intachable trayectoria del homenajeado. Y por supuestísimo el Embajador Francés, Jerôme Bonafont, encargado de entregar el premio.
Por lo visto a los ojos de Enrique, asomaron un par de lagrimillas cuando al finalizar uno de los dos vídeos que se proyectaron, apareció una fotografía del entrañable abuelo Leandro. Pieza CLAVE y FUNDAMENTAL en la carrera del valenciano. Así las cosas, concluido el acto tocó enjugarse la lagrima con una copa de vino y brindar por Enrique, siempre en FIGURA.
Nuestro más sincero agradecimiento a la ganadera Mª José Peña, nuestros ojos en esta FIESTA. ¡¡¡Señores del Club Taurino Paul Ricard, ya saben dónde estamos para futuras ocasiones!!!