Una corrida de Toros de El Torero se lidiaba, este miércoles, en el undécimo festejo de abono de la Feria de San Isidro 2024 en la Plaza de Toros de Las Ventas. A las 19:00 hacían el paseíllo David Galván, Álvaro Lorenzo y Ángel Téllez.
David Galván, muy firme ante la descompuesta embestida del primero
“Vistaalfrente” se llamaba el serio primero, un negro listón cinqueño, número 3, nacido en diciembre de 2018, de 539 kilos y primero del lote de David Galván, que no humilló de salida y que le rajó el capote al completo al gaditano. Empujó con la cara arriba en el primer puyazo, pero no fue franco en la segunda vara, intentando el quite Álvaro Lorenzo. Le dio distancia al toro en el inicio de faena David después de brindar al tendido, e iba a su aire, y aunque los dos primeros muletazos quería pasar sin más, a partir del tercero se metía por dentro el animal. No era nada fácil. Muy firme por la izquierda el gaditano, que aguantó tarascadas y tornillazos finales del de El Torero. Con movilidad sin clase del animal, le robó de nuevo naturales de mérito Galván en el final de obra, que remató con una estocada en lo alto y efectiva. Sorpresivamente, no se le pidió la oreja a un ovacionado David, pero sí se aplaudió la descompuesta movilidad del animal.
Lorenzo rasca aislados naturales ante la cierta calidad sin poder del segundo
“Vaticano” se llamaba el segundo, un castaño listón de 523 kilos, nacido en diciembre de 2018, número 29 y primero del lote de Álvaro Lorenzo. Tras no emplearse del todo en el capote, metió riñones en la primera vara, medida, porque no le sobraban las fuerzas. Y humillaba en el capote lidiador. Daba esperanzas. Pero, tras las banderillas –estuvo soberbio, de nuevo, Fernando Sánchez-, el toro no sólo acusó la falta de fuerza, sino la falta de la chispa necesaria para llegar arriba. Lo intentó Lorenzo al natural, por donde rascó la cierta clase que tenía por ese lado el de El Torero, y logró limpiar el trazo por momentos con esa mano. Pero no hubo más. No acertó a espadas. Silencio.
Téllez no conecta con el geniudo, reservón y temperamental tercero
“Frunceojos” llevaba por nombre el tercero, un negro bragado meano número 5, de enero de 2019 y de 582 kilos, primero del lote del toledano Ángel Téllez. No fue un toro fácil en los primeros tercios, quedándose dormido en el caballo de Marcial Rodríguez en la primera vara; luego, tuvo que emplearse mucho Juan Navazo en la lidia, y pasó un apuro Niño de Aravaca pasando hasta en seis ocasiones por delante del toro, que no se arrancaba al par. Animal que no era fácil, con cierto peligro, quedándose cada vez más corto, y a la vez más aplomado. Intentó estar firme con él Téllez, pero ante la nula embestida del toro no pudo conectar. No acertó con la espada, dejando una media agarrada, pero sí con el primer descabello. Silencio tras aviso.
David Galván sella una obra de pura caricia al manso cuarto y pasea una oreja de mucho peso
“Embeodado” se llamaba el cuarto, número 83, negro de capa, de 535 kilos, nacido en enero de 2019 y segundo de David Galván, al que el gaditano no pudo lucir de salida ante su correosa condición. Muy dificultoso en los primeros tercios, sin parar el animal, con el que Juan Carlos Rey expuso una barbaridad palos en mano, siendo ovacionado. Por genuflexos comenzó obra el gaditano, que sometió al toro por doblones y dejó un soberbio inicio de obra. Se volcó con él el tendido. Faena de suma inspiración, en la que combinó de nuevo doblones con poncinas en la segunda serie; y toreó con profundidad en la tercera de las tandas, colocándose en el sitio para trazar con suma belleza al animal. Obra de pura caricia. En el final de faena, de nuevo dejó gotas de toreo muy caro; le costó cuadrar al toro, pero cuando lo hizo le dio una estocada que tumbó al toro. Oreja de mucho peso.
Lorenzo deja una obra de altibajos al quinto, de templado y enclasado pitón zurdo
“Espadachín” se llamaba el quinto, negro bragado, de 526 kilos, número 79 y segundo del lote de Lorenzo. El animal, de 576 kilos, no rompió en los primeros tercios, y optó por darle sitio y tiempos entre serie y serie el toledano, que antes había sellado un inicio con buenos detalles. Por la derecha, en la tercera serie, intentó imponerse. Y la siguiente al natural dejó otros tres muletazos de buen trazo y poder por la zurda, en el contexto de una obra de altibajos.
Téllez cierra la tarde con silencio tras dos avisos
“Dardillo” cerraba plaza, un animal castaño listón de 576 kilos, nacido en diciembre de 2018. Correoso de salida, se le quedó la vara enganchada tras un buen tercio de varas de Rey. Buenos pares de Toñete. Tras un brindis personal, intentó domeñar Téllez a un toro con dificultades, que se le quiso colar en dos ocasiones en el prólogo de obra. Fue volteado, por fortuna, sin consecuencias aparentes en el final de faena, ante un toro a menos y de sosa embestida. Y volvió a voltearlo en el epílogo en otro momento de angustia también sin consecuencias aparentes graves, no acertando con el acero. Silencio tras dos avisos.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Undécima de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. 15.462 espectadores.
Toros de Toros de El Torero. Una devanadera el informal y serio primero; noble y con entrega sin fondo el segundo; geniudo y reservón el temperamental tercero; desentendido con fondo de raza el complejo cuarto; de templado y enclasado pitón zurdo el buen quinto; vulgar y sin entrega el pasador sexto.
David Galván, ovación y oreja.
Álvaro Lorenzo, silencio y silencio tras aviso.
Ángel Téllez, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO