David Galván, tras pasear una oreja de mucho peso al cuarto de esta tarde en Madrid, señaló lo siguiente al micrófono de OneToro: “Esta oreja sabe a muchos momentos de ascuas en los que es muy difícil tirar para adelante, pero el toreo es una vocación, y cuando la llama surge, todo eso se calma”.
Tras lidiar a su difícil primero, dijo que “el toro tenía su punto de movilidad que hacía tener esperanza para construir la faena, luego era ponerse e intentar que pasara con disposición y entrega”.