Este domingo se celebraba en Las Ventas la corrida mixta con Diego Ventura, Cayetano y Ginés Marín, que lidiaban toros de El Capea para rejones y Montalvo para lidia a pie.
La tardanza en caer del primero empaña una importante faena de Ventura al de Capea
“Bolillero” se llamaba el primer toro de Capea, un negro bragado de 560 kilos, nacido en marzo de 2020 y número 14, al que el saludó Diego Ventura con Guadalquivir. Era un toro murubeño al que paró en círculos en corto y que, tras una primera intentona, clavó el rejón de castigo en buen sitio. Cosido a la cola del caballo, se dio más de una vuelta y media completa al ruedo venteño, y luego le cambió el viaje y lo hizo al revés. Un espectáculo que ya puso de su mano al tendido. Citó de lejos, de poder a poder, para la primera banderilla, que clavó arriba a lomos de Fabuloso. Faena en la que dejó quiebros de mucho mérito ante el buen ritmo del animal. En el epílogo, puso cortas al violín en un final con Guadiana, caracoleando ante el animal de Capea, que mantuvo la transmisión y el buen tranco, y luego colocó rosas también en lo alto. El toro no se echó del rejonazo, quedándose amorcillado, y tuvo que tomar el descabello Ventura, acertando rodilla en tierra con él. Silencio para el rejoneador.
La falta de apuesta de Cayetano con el venido a menos segundo acaba en silencio
“Alegría”, número 63, nacido en diciembre de 2018, era el segundo, de capa negro listón, de 557 kilos y de buena hechura. Serio por delante, cuajado por detrás y bajo el animal charro, con el que Cayetano no pudo lucirse de salida por el viento y por la frialdad del toro; Pedro Geniz le dio dos correctas varas, y Rafa Rosa las pasó difíciles por la condición del viento. Echó la cara arriba en los pares de Joselito Rus y Gómez Pascual. Molestaba muchísimo el viento en el inicio de obra de Cayetano, que se dobló de inicio y se lo sacó a los medios con algún detalle suelto. Toro muy a menos, con el que Cayetano tampoco terminó de apostar. Dejó estocada a la segunda y golpe de descabello. Silencio.
Ginés Marín «embiste» al tercero, con el que deja buenos naturales y luego se da un arrimón
“Zocatín”, negro listón, era el tercero de Montalvo, número 90, un animal de 557 kilos nacido en noviembre de 2018. Abría mucho la cara el animal, con sus puntas al cielo, al que dejó verónicas de buen trazo Ginés Marín; perdió las manos el toro, que se intentó cuidar en el caballo y luego estuvo agarrado al piso durante el tercio de banderillas. El animal tenía cierta clase por la mano derecha, y estuvo muy digno con él Ginés, que se cruzó, se intentó colocar, se enrabietó con él a partir del ecuador de la faena. Antes, había hecho todo pulcro ante un toro muy a menos, sin el recorrido suficiente para conectar arriba, pero al que dejó naturales buenos. Más llegó en ese epílogo arrebatado Ginés, que finalizó obra entre pitones, dándose un arrimón de órdago. Dejó una estocada media, pero en buen sitio, que requirió de descabello.
Ventura la forma con Lío y Bronce ante el cuarto, pero el acero le arruina la gran obra
“Olvidado” era el negro bragado cuarto, segundo del lote de Diego Ventura, de Capea, negro bragado de capa, de 610 kilos y nacido en noviembre de 2019. Lo saludó el cigarrero a lomos de Velasquez, al que dejó dos rejones de castigo en buen sitio para ahormar su embestida. Y se templó el tranco del animal, al que dejó un inicio de faena en el que destacó uno de los palos con varias piruetas tanto para provocar la embestida de lejos del toro como para salir de su cara. Ese fue el momento clave en el que metió a la plaza en la obra. Optó por lidiar al toro en los medios, y en esa fue también una clave para que el animal se creciese. El lusitano Lío pisó unos terrenos muy comprometidos, primero en un par desde lejos, y luego en uno de tierra a tierra que, aunque se cayó el palo, la proposición tuvo mérito. Lo repitió, cayendo en todo lo alto la banderilla. Gran actuación con Lío. Le quitó la cabezada a Bronce y puso un par a dos manos de muchísimo mérito, dejándose llegar mucho al toro y clavando en lo alto. Con Guadiana y una rosa finalizó la faena, pero el acero y dos pinchazos le arruinaron la faena. Una pena.
Voluntad sin brillo de Cayetano en una obra anodina al quinto
“Pernales” era el quinto, negro de capa, de 550 kilos, nacido en noviembre de 2018 y número 42, serio por delante, con el que no pudo lucirse Cayetano. Le dio lo suyo Luciano Briceño en el caballo y anduvo agarrado al piso en banderillas. Antes, había quitado Ginés Marín, muy firme de capa. Contra el viento brindó el toro Cayetano al tendido, que intentó limpiar en trazo en las primeras series, pero no conectó. Puso voluntad sin brillo Rivera en una obra anodina. Fue a peor la condición de un toro que acabó a la defensiva. Dejó un pinchazo y una estocada, de la que tardó en caer. Silencio tras dos avisos.
Firme imagen de Ginés ante el complicado sexto bis, que brindó a Curro Vázquez
Cerraba la tarde “Atleta”, número 24, segundo del lote de Ginés Marín, un animal de 589 kilos nacido en septiembre de 2018 que fue devuelto por falta de fuerza. En su lugar salió el primer sobrero, de José Vázquez, “Lector” de nombre, cinqueño, número 17, nacido en marzo de 2019, bajo de hechuras y serio por delante. Frío de salida, le costó entrar a las telas, y también a los hierros de Guillermo Marín, siendo correoso en este tercio. Y, tras brindar a Curro Vázquez, dejó Ginés una faena de mucha importancia, de toques precisos y valor sordo, porque la condición del toro era díscola y mentirosa, cada vez con más sentido. Supo el extremeño tocarle las teclas a un astado complejo, al que terminó por someter y mandar en él. Tras el trance con el acero, escuchó palmas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Décimoquinta de la Feria de San Isidro. Corrida de toros mixta. No hay billetes.
Toros de El Capea -primero y cuarto- para rejones y Montalvo para lidia a pie. Y un sexto bis de José Vázquez. Con recorrido y mucho motor el buen primero; muy venido a menos el segundo; con cierta clase por el derecho pero sin fuerza y también a menos el tercero; con buen ritmo y entrega el cuarto; a peor la condición de un quinto que acabó a la defensiva;
El rejoneador Diego Ventura, silencio y ovación.
Cayetano, silencio y silencio tras dos avisos.
Ginés Marín, ovación tras aviso y palmas.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
