«El toro transmitía mucho, pero no era fácil a la hora de clavar. Lo que ocurre es que era agradecido, porque todo lo que le hacías llegaba mucho arriba. He estado muy metido y estoy orgulloso de haberlo cuajado», narraba el taranconero.
«El pinchazo lo ha empañado todo y ha sido una pena, porque ha habido momentos de mucha intensidad. La corrida ha sido exigente y ha habido momentos muy buenos, que son los que debemos llevarnos», concluía.