Fernando Adrián se enfrenta, el próximo domingo, a la tarde número 40 de toda su vida como matador. Y será la de la corrida de Beneficencia. Aunque es una tarde decisiva en su trayectoria, el madrileño sigue su propio camino con paso firme, y todo a pesar de haberse quedado fuera de Ferias como Valencia, Sevilla o San Isidro en este inicio de temporada.
Serán, el domingo, 40 corridas de toros lidiadas a lo largo de toda su vida, y sus números son realmente contundentes: de 39 tardes, lleva 34 salidas a hombros desde 2013. Y 21 de ellas de forma consecutiva; la última, el pasado 20 de mayo en la Feria de Pentecostés de Nimes, en la que desorejó un toro de Virgen María el día de su confirmación de alternativa en Francia.
Su tarde de Beneficencia el domingo
Su doble golpe el pasado año en Las Ventas, saliendo por dos veces por su Puerta Grande en la Feria de San Isidro y en la Corrida de Beneficencia, le hizo entrar el pasado año en una quincena de corridas de toros en las principales ferias, y en todas salió a hombros. Ahora está anunciado en la que se ha considerado junto a Resurrección la corrida más importante de la temporada, en este caso haciendo el paseíllo junto a Morante y Castella con toros de Garcigrande.
Por el momento, en los cuatro paseíllos que lleva este año –Castellón, Illescas, Valdetorres de Jarama y Nimes- se ha ido en volandas en todas las tardes.
Una historia de lucha con Madrid como eje
Fernando, tras tomar la alternativa el 15 de junio de 2013, tuvo que esperar casi 10 años después para confirmarla en la primera plaza del mundo, y ya el año pasado se destapó como uno de esos jóvenes fundamentales en las Ferias tras ese doble triunfo venteño.
Llegó a Madrid de tapado y con una única bala en la recámara, una bala que llevaba por nombre Santiago Domecq, uno de los hierros con mayor regularidad del escalafón. Logró cortarle una oreja a ’Costurero’ y otra a ‘Contento’, para salir a hombros.
Quince días después, entraba por méritos propios en la Beneficencia, un festejo donde alternó junto a Castella y Emilio de Justo, que vieron cómo el madrileño le paseaba las dos orejas a un extraordinario ‘Secuestrador’ de Juan Pedro Domecq.
El domingo, toreará la tarde número 40 de su vida como matador. Por justicia, en la corrida de más categoría de toda la temporada junto al Domingo de Resurrección sevillano.