SANFERMINES

La leyenda de Cebada Gago en Pamplona y el imponente toro 93 que correrá el encierro el lunes


viernes 5 julio, 2024

El de Cebada Gago se trata de un animal de imponente lámina que ha gustado mucho entre los aficionados por su seriedad

Cebada Gago
El toro de Cebada Gago. © San Fermín 24

Viajar a “La Zorrera” es hacerlo a una de las fincas más señeras de la Ruta del Toro, un lugar único donde el toro bravo se erige como el Rey de la misma. Junto a la plaza de tientas y las edificaciones propias de una finca ganadera se encuentran los cercados donde los toros van cogiendo el remate necesario para lidiarse en una plaza de toros. Allí hace días que se encontraban los animales que tenían como destino la Feria del Toro de Pamplona, una serie de astados muy rematados y de imponente arboladura.

“Estafador” (n.º 5), “Desgreñado” (n.º 30), “Avanto” (n.º 41), “Compuesto” (n.º 49), “Andante” (n.º 54), “Bético” (n.º 57), “Semillero” (n.º 74) y “Gritón” (n.º 93), ocho animales que hace algunos días tomaron camino hacia la capital navarra, esos que deberán honrar la sangre que les corre por las venas y que hace de esta vacada uno de los hierros más esperados por los aficionados.

Se trata de una ganadería con personalidad propia, una divisa que lleva en manos de la misma familia desde mitad del siglo XX, momento en el que D. José Cebada Gago se la compró a Dª Cristina de la Maza y Falcó. Se trataba de un hierro compuesto por animales de D. Juan Belmonte y Gallardo. Tras el fallecimiento de su propietario en 1964 la vacada pasa a anunciarse a nombre de sus herederos, eliminando el ganado adquirido años atrás y formando la ganadería con ejemplares de D. Carlos Núñez y Jandilla.

Pero en esta casa ganadera también existía otro hierro familiar, ese que no estaba inscrito en la UCTL, ahora Real, y sí en la AGL. Se trataba del hierro de D. Salvador García Cebada, ese que tras su muerte en 2012 pasó a anunciarse como Hros. Salvador García Cebada. Actualmente, son D. José Javier y D. Salvador los encargados de mantener vivo el legado de su padre y su abuelo gestionando conjuntamente los dos hierros de la casa.

Esta divisa tiene una gran tradición en Pamplona, hierro que ha lidiado un total de 35 corridas de toros a lo largo de su historia en esta plaza, recibiendo hasta en 7 ocasiones el galardón Feria del Toro a la corrida más completa y un total de 4 veces el Carriquiri al mejor toro del serial. En 2007 el premio recaería en “Segador”, toro marcado a fuego con el n.º 10 lidiado en quinto lugar por Juan Bautista, para dar con la corrida más completa habría que irse hasta el 2012, año donde se anunciaron con ella Francisco Marco, Morenito de Aranda y Antonio Nazaré.

Con motivo de la llegada de los toros del hierro gaditano a Pamplona, muchas han sido las cuentas que marcado en rojo a los famosos “cebaditas”, como se le suele llamar coloquialmente a estos animales. Las redes sociales se han llenado de fotos y vídeos de los animales que componen una corrida siempre esperada por el aficionado. Se trata de un hierro de gran personalidad tanto en la plaza como durante el encierro. De todos los astados reseñados llamó la atención uno de ellos, ese al que conocemos gracias a las citadas redes sociales.

N.º 93 “Gritón”. Cebada Gago. San Fermín 2024. Toro castaño muy “cebaita”, fino, bajo, tocado arriba y tremendamente astifino. ¡Ya falta menos para descifrar que juego da en el encierro y en la plaza! Se podía leer en la cuenta de X de Secreto Bravura. En la misma publicación se podían ver varias fotos de este imponente astado, un toro castaño que ya llamaba la atención antes incluso de saber cuál sería su destino definitivo. Pero ahí no quedó la cosa, la misma cuenta también compartía otras cuatro instantáneas de la evolución de este ejemplar a lo largo de los años. Aquí tenéis la curiosa evolución de “Gritón”. Como va cerrando la cara y la transformación de un animal tan fino a la actual seriedad de este toro cinqueño.

Pamplona, su tradición taurina y sus plazas de toros

Las primeras corridas de toros en Pamplona se comenzaron a celebrar en la Plaza del Castillo, construyéndose cerca de la misma ubicación (actualmente comienzo de la Avenida Carlos III) la primera plaza de toros de la ciudad con capacidad para 900 personas allá por 1843. Como bien se nos indica en la web Feria del Toro, debido a la endeble estructura, en 1849 tuvo que volver a reconstruirse, inaugurándose para los sanfermines de 1852.

Diversos factores fueron los que hicieron buscar un nuevo lugar para la ubicación definitiva de la plaza: Escasa capacidad, deterioro del coso, ensanche de la ciudad, amén del incendio sufrido en 1921, fueron el detonante para su reedificación. Al no poder hacer frente a los gastos el propio consistorio le ofreció dicha iniciativa a La Casa de Misericordia, esa que gracias a la cesión de los terrenos por el propio ayuntamiento y ayuda de entidades financieras pamplonesas, se convirtió finalmente en la propietaria. Una Monumental que comenzó a funcional el 7 de julio de 1922, realizándole mejoras y aumentando considerablemente su aforo en 1967.