Desde hace año y medio se ha levantado un nuevo proyecto ganadero en el término municipal de la localidad toledana de Añover de Tajo. Se trata de una vacada propiedad Alfredo Ruano González, un aficionado al mundo del toro que se echó el mundo por montera y se fue a la finca El Grullo para adquirir simiente de la vacada gaditana de Núñez del Cuvillo. El propio Ruano siempre ha tenido pasión por el toro bravo, más si cabe cuando hace más de 15 años su padre levantó una plaza de tientas en la finca familiar.
Desde entonces hasta hace cuatro años se realizaban únicamente capeas y fiestas para gente del pueblo, algo que cambió radicalmente tras el fallecimiento de su padre, momento en el que Alfredo decidió dar un paso más con la compra de dicho ganado. No dudó en irse a una de las ganaderías más importantes del momento para adquirir un pequeño lote de vacas y un semental con el que comenzar de cero esta aventura.
Actualmente, cuenta con unas 40 vacas de vientre y un toro que hace las veces de semental. Con el nacimiento de algunos machos la intención de su propietario es meter poco a poco esos animales en la plaza para sacar nuevos sementales y no depender únicamente del adquirido a la vacada gaditana, un hierro que lleva varios lustros en la primera fila de los ganaderos de bravo, ese que es exigido por las figuras del toreo para las tardes claves de su temporada.
Se trata de una sangre que le llena como aficionado, un tipo de toro con unas connotaciones muy especiales: “Pienso que es una ganadería con un encaste que reúne muy buenas cosas y es algo seguro a día de hoy, es un tipo de animal que me llena plenamente, de ahí que no dudara en ir a esta casa ganadera para empezar este proyecto tan ilusionante”. Una vacada que lleva por nombre Hdros. De Alfredo Ruano, identificando a los mismos con las iniciales A y R.
Se trata de un joven ganadero que también se dedica a la venta de toros para festejos populares, de ahí que en los cercados de su finca toledana pasten un buen número de ejemplares de distintos hierros y encastes. Por su afición y constancia, este joven se ha convertido en un referente en toda la zona, ese que da cobijo en su casa a una amalgama importante de animales pese a no ser una finca de gran extensión.
Alfredo tiene claro el camino que debe tomar para ir poco a poco cogiéndole el pulso a la ganadería: “Por el momento todo aquello de Cuvillo irá para festejos menores, hay que ir paso a paso, no quiero correr. Respecto al toro de la calle, creo que me he ganado un sitio, la gente sabe que soy serio en el trato, gracias a Dios tengo bastante demanda, ojalá todo siga como hasta ahora” finalizaba exponiendo el citado ganadero.