Álvaro Sánchez, Carlos Domínguez y Álvaro de Chinchón hacían el paseíllo, este jueves, en la segunda novillada nocturna del verano en Las Ventas, en la que se lidiaba un encierro de López Gibaja.
Detalles de Álvaro Sánchez con el manso primero
Antes de romperse el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del empleado de la plaza fallecido recientemente. Y tras el, saltó al ruedo «Zarzarroso», número 71, castaño de capa y de 511 kilos de peso, nacido en diciembre de 2020, novillo con el que se presentaba en Las Ventas el novillero Álvaro Sánchez, novillo que se quedó corto y blandeó de salida, surgiendo las primeras protestas. Manseó el utrero en varas alargando el tercio. Facultades de Jesús Romero para llevar al toro al caballo. Cuando un toro no se deja picar, las rayas dan igual. Resultó volteado, sin consecuencias afortunadamente, Juan Carlos Rey, que se lució en el segundo par. Tras el brindis personal, comenzó obra Álvaro Sánchez sobre la primera raya, destacando un encajado trincherazo. Probón, geniudo y mirón fue el utrero de Gibaja que echaba una miradita también a las tablas entre tanda y tanda, y que se tragó algunos muletazos sueltos gracias al buen hacer del novillero alcarreño, que anduvo templado. Sonó el aviso entre pinchazos dejando uno hondo que sirvió para descabellar, acertando a la primera. Pitos para el utrero y silencio para Álvaro Sánchez.
Faena sin brillo de Carlos Domínguez con otro manso de libro segundo
«Verduguillo» fue el segundo, castaño listón y con 501 kilos de peso, herrado con el número 58, nacido en noviembre del veinte, que no mostró codicia en el capote de Carlos Domínguez, su matador. Manseó también en varas, siendo picado primero en el 4, dónde el utrero quiso, y bien por Mario Benítez, y después, bien también, en el 8 por «Espartaco». Hicieron efecto los «avivadores» resucitando un trote cansino en banderillas. Brindis a los presentes y a correr detrás del manso, que estaba deseando irse a la otra punta del ruedo. Se dobló Domínguez con el novillo y se acabó, pues la poca codicia que mostró se la dejó en los muy obligados muletazos. Faena de derrotes y enganchones por parte del utrero y voluntad del novillero. Dejó estocada caída y fue silenciado, habiendo también silencio en el arrastre del animal.
Álvaro de Chinchón da una vuelta tras petición tras un trasteo inteligente al tercero
Al tercero «Duquesito», le tocaron las palmas por si presencia, pero se tornaron de tango cuando perdió las manos en el recibo de Álvaro de Chinchón, que no pudo lucirse con el percal. El novillo negro de capa, con 530 kilos de peso y herrado con el número 63, no sé empleó en varas, haciendo sonar música de estribo. Apretó en banderillas sin ninguna clase en el capote de Gómez Escorial, que anduvo de categoría con el utrero. No hubo brindis y se fue el novillero madrileño a por el de Gibaja, doblándose con el novillo sacándose a este a los medios. Buenas colocación, ajuste y temple mostró Álvaro de Chinchón en las primera serie con la derecha, con un muletazo muy bueno que casi hizo crujir la plaza. Pero a zurdas, al verse podido el torete, cantó la gallina. Volvió a la diestra, lo sujetó en el tercio y crujió la plaza. Excelente tanda. Pero el novillo se fue a tablas y el novillero a por el acero, que enterró arriba. Petición de trofeo mayoritaria y bronca al usía por no atenderla, vuelta al ruedo justa.
Algún natural y la estocada, lo más destacado en la faena de Domínguez al cuarto
El cuarto fue el más cuajado del lote de López Gibaja, número 68, de 535 kilos y nacido en noviembre del veinte, este «Quinceañero» estaba más en hombre maduro que en niña bonita. Destacó una verónica en el saludo de Álvaro Sánchez, a un novillo con trapío de toro, que se empleó en varas. Picó en el sitio José Antonio Rodríguez. Pareció mostrar virtudes el utrero en banderillas pero se le vino directo a la femoral en el primer muletazo, metiéndose por dentro por ese pitón, el derecho. Por ahí se fajó el novillero de Cabanillas del Campo, y después por el lado zurdo, sacó algún natural más que estimable, llegando el susto con el costo de la rotura de la banda de la taleguilla. Alargó el trasteo en demasía con el utrero ya rajado. Estoqueó bien. Silencio para el manso y ovación para Álvaro Sánchez.
Faena sin lucimiento de Carlos Domínguez con el buen cuarto
«Unísono», el quinto, tampoco mostró nada prometedor en el recibo capotero, ni en el peto ni en el quite. Herrado con el número 73 y de 527 kilos en la báscula, el de pelo castaño oscuro tenía también buena presencia. Después, en banderillas, tuvo buenas embestidas en el capote de Rafael González, que lo lidió con oficio. Gran par de David Merino antes del brindis de Carlos Domínguez al respetable. Se echó de rodillas un poquito más allá de la segunda raya y le enjaretó una buena serie de derechazos. Un desarme al natural hizo caer los ánimos de los tendidos que desconectaron ya que la faena no cobraba vuelo. La pena fue que el novillo mostró humillación y la gente lo vio. Todo se fue diluyendo entre protestas y palmas de tango. Dejó estocada baja, habiendo silencio para Carlos Domínguez y para el novillo de Gibaja.
La mansa condición del sexto acaba con las ilusiones de Álvaro de Chinchón
«Doctorado» también tuvo presencia (novillada bien presentada en su conjunto) pero tampoco se dejó torear de capa. Empujó con sus 508 kilos de peso en el peto, este negro girón, que nació en enero de 2021, y que lucía en el costillar el número 34. Pero después del primer puyazo no mostró interés en volver al caballo de Héctor Vicente, y cuando lo hizo hubo música de estribo. Salió suelto del capote de Víctor Hugo Saugar y cortó a Gómez Escorial y a Marcos Ortiz en banderillas. Se fue a donde quiso el utrero Álvaro de Chinchón para comenzar faena con la mano derecha más allá de la segunda raya del 10, y surgió algún pase con empaque. Le quitó el defecto de mirar la taleguilla dejándole el trapo en el hocico para la ligazón y sacó una buena serie pero a la tercera ya se puso remiso el animal y aquello llegó al final por la división de los tendidos. Embestida geniuda por el pitón izquierdo que deslució la tanda por los enganchones. Volvió a la diestra sacando una tanda limpia pero aquello no tenía remedio. El reconocimiento de la obra se quedó en el fallo con el acero, sonando el aviso, dejando medía estocada agarrada en buen sitio, que le permitió descabellar con acierto.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con picadores del certamen Cénate la Ventas. 9.062 espectadores.
Novillos de Antonio López Gibaja. Manso y descastado el primero; manso y parado el segundo; manseó aunque tuvo un buen pitón derecho el tercero; descastado el cuarto; bueno el quinto, que humilló y tuvo buen viaje; manso el sexto.
Álvaro Sánchez, silencio y ovación.
Carlos Domínguez, silencio y silencio.
Álvaro de Chinchón, vuelta al ruedo y silencio.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS