Llegaba la segunda corrida de toros a la plaza de la calle de Xátiva en esta Feria de Julio, y lo hacía con un cartel con los hierros de El Pilar y Victoriano del Río para Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante.
Castella, correcto ante el importante primer toro de El Pilar, al que pincha
De El Pilar era el primero, de 539 kilos, Dudoso de nombre, número 64 y primero del lote de Sebastián Castella. Frío de salida, no se empleó en la capa del francés. Se le quedó trasera la vara primera a Manuel José Bernal, tumbando el jaco tras cogerlo el toro por los cuartos traseros, y medida la segunda vara. Lo pasaportó por alto tanteándolo por ambos lados, no siendo la mejor medicina para el animal, que pedía mano baja. Toro con ritmo y que tenía ese punto de codicia que hacía que no perdiese el interés. Siempre pulcro Castella, dejó una obra correcta sin más por ambos lados a un toro que repetía con humilladora condición; dejó dos series finales antes de irse a cercanías cuando daba la sensación de que al animal aún le quedaba motor para seguir las telas más tiempo. Y acabó por dejar un pinchazo y una estocada caída, además de un golpe de descabello. Ovación al toro en el arrastre y al torero en el tercio.
Silenciado Manzanares ante el deslucido segundo
De 559 kilos era el Renacuajillo segundo, de 559 kilos, toro al que dejó alguna verónica estimable Manzanares de inicio, queriendo meterse por dentro pero aguantando el alicantino. Empujó en la prima vara el de El Pilar, y mantuvo la movilidad durante la lidia. De viaje corto y poca fuerza, cada vez más reponedor el toro, y que se caía cada vez que le bajaba la mano. No acertó a espadas Manzanares, siendo silenciado.
Talavante le rasca naturales de mérito en tablas al manso tercero, pero lo pincha
Empanado, número 126, llevaba por nombre el tercero, ya de Victoriano del Río, que fue frio de salida, remiso a rematar y a tomar las telas. Se estaba guardando todo para la primera entrada al caballo, en la que echó la cara arriba y empujó sin entrega de verdad. Como en la segunda. Le costó a Álvaro Montes embaucar al animal en el capote lidiador, arrancandose de lejos al primer par de Javier Ambel, y con menos inercia al segundo. Fue ovacionado por sus grandes palos el pacense. El toro, muy parado en la muleta e incierto por el derecho, tenía sin embargo alguna virtud a zurdas. Y por ahí rascó Talavante los mejores momentos de la obra, con el mansurrón al hilo de las tablas. Volvió a la derecha pero no tenía ni uno, y logró robarle luego varios naturales a la inercia del animal, que no le ayudó en la primera entrada con la espada, pinchando, y acertando a la segunda, dejándola algo caída. Palmas tras aviso.
Ovacionado Castella con otro manso cuarto
Angustiosa imagen la vivida cuando el caballo aplastó, por fortuna sin consecuencias mayores, al picador Agustín Romero en el tercio de varas del cuarto toro de Victoriano del Río, un Casero de nombre que fue emotivo en los primeros tercios y que se arrancó con codicia a la capa de José Chacón. No hizo lo mismo el animal cuando Castella brindó al tendido y quiso comenzarla cambiándoselo por la espalda, ya que era remiso a acudir al centro del ruedo y tuvo que provocarlo Sebastián lanzándole la montera. Tras ese prólogo se le vino a tablas el toro, y se vino soberanamente a menos. No pudo sino justificarse en cercanías, dejando media agarrada y descabello. Ovación.
La mano derecha de Manzanares le corta la oreja al buen quinto
Bajo y con las puntas hacia adelante también el quinto, que salió de najas de las dos varas y al que fijó bien con la capa Juan José Trujillo. Rompió a embestir el toro con codicia en los muletazos de inicio de Manzanares, que dejó una buena trinchera, y luego tres primeras series con ligazón y estética ante la noble y humilladora condición del animal. Ya con el animal quedándose más corto, tiró de un punto de arrebato el alicantino en la última serie por la derecha, dejando tras ella una estocada un punto caída, pero efectiva. Oreja.
El sexto se le echa a Talavante antes de estoquearlo
Largo y hondo el sexto, muy en el tipo de la casa, que le dejó alguna verónica aislada a pies juntos Alejandro Talavante. Toro con teclas en la lidia y en banderillas, que brindó al tendido Talavante. Y tras probarlo y llevarlo hasta los medios, dejó una buena primera serie por la derecha ante un toro al que le faltaba la fuerza y al que intentó dar fiesta en la siguiente serie, intercalando los derechazos con una arrucina. Pero se echó el animal. Intentó rascarle naturales con el animal ya más agarrado al piso, y acabó por acortar faena. Se le echó el toro antes de entrar a matar y fue apuntillado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valencia. Feria de Julio, tercera de abono. Corrida de toros. Casi tres cuartos de entrada.
Toros de El Pilar (primero, segundo y sexto) y Victoriano del Río (tercero, cuarto y quinto), bien presentados. Con ritmo, humillador y bravo el buen primero; deslucido y sin fuerza el reponedor segundo; manso pero con cierta codicia por el izquierdo el tercero; manso el cuarto; noble y humillador el buen quinto, con codicia; sin vida el sexto.
Sebastián Castella: ovación tras aviso y ovación.
José María Manzanares: silencio y oreja
Alejandro Talavante: palmas tras aviso y silencio.
CUADRILLAS: Saludó tras parear al tercero Javier Ambel.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS