Víctor Hernández (1999) es el hombre tras el torero que ha logrado proclamarse triunfador de la IV edición de la Copa Chenel, tomando el testigo de compañeros como Fernando Adrián, Francisco de Manuel o Isaac Fonseca, quienes han conseguido impulsar sus carreras después de ganar este certamen.
Durante todas las tardes en las que se ha vestido de luces en la Copa Chenel, el diestro de Los Santos de la Humosa ha hecho gala de su valor, verdad y de un excelente toreo al natural. Su triunfo le asegura un billete directo para la Corrida de la Hispanidad, que cerrará la temporada en Madrid el próximo 12 de octubre.
Aunque poco a poco, el teléfono de su apoderado comienza a sonar y parece esbozarse un segundo tramo de temporada ilusionante, Hernández ‘sigue a lo suyo’ y prepara cada uno de sus compromisos con la máxima ilusión y responsabilidad. El más cercano, el del próximo domingo 4 de agosto en la localidad toledana de Villacañas.
Tras tomar la alternativa el 1 de septiembre del año pasado en ‘La Estudiantil’ de Alcalá de Henares, Víctor Hernández está viviendo un dulce inicio de temporada en este 2024. Su mayor logro, sin duda, ha sido convertirse en el ganador de la IV edición de la Copa Chenel, lo que le ha hecho sentirse “muy satisfecho tras ver el objetivo cumplido”. Además, reconoce que «ha sido un auténtico privilegio formar parte de este grandioso certamen, que ha supuesto para mí un gran aprendizaje como torero«.
Sin embargo, el torero madrileño no ha cambiado ni un ápice de su rutina diaria y continúa con su exigente preparación para llegar a punto a los próximos compromisos. Aunque suene a tópico, prefiere no pensar mucho en los contratos, centrando todos sus esfuerzos en aquello que está en su mano. “Los contratos no me preocupan, son cosas de mi apoderado y no quiero sentirme bien o mal en función de si suena o no el teléfono. Mi única obligación es entrenar y prepararme para dar lo mejor de mí mismo, y a partir de ahí, estoy seguro de que los compromisos irán llegando”.
De momento, la cita más cercana en el tiempo es la del próximo domingo 4 de agosto en la localidad toledana de Villacañas, en la que compartirá cartel junto a Javier Cortés y Esaú Fernández para estoquear un encierro de la ganadería de Alcurrucén. Una tarde que afronta “con toda la ilusión y la responsabilidad del mundo, ya que no entiendo el toreo de otra manera que no sea ofreciendo mi compromiso con el toro y con el público”. Sobre el cartel, confiesa que “me gusta mucho porque voy a poder vestirme de luces con dos toreros a quienes admiro y respeto mucho”.
Con el 12 de octubre en el horizonte
En el horizonte, además de algunas ferias especiales para él como la de Guadalajara, Hernández tiene grabada con letras de oro la fecha del próximo 12 de octubre en Madrid, donde ya tiene reservado un puesto para la Corrida de la Hispanidad. Con la mirada puesta en llegar en el mejor momento, el madrileño afronta la segunda parte de la temporada con una “entrega total, en la que intentaré dar lo mejor de mí mismo y no dejarme nada en el tintero porque es la única manera en la que entiendo esta profesión”.
Y es que, es muy consciente de que la corrida del 12 de octubre en su plaza de Madrid es “otra oportunidad de poner de manifiesto quién es Víctor Hernández y lo que quiere lograr en el toreo”.
Sinceridad con el toro y con la afición
La del año 2024 ha sido también la temporada de su confirmación de alternativa en la Feria de San Isidro. Aunque no fue la mejor corrida que Alcurrucén ha lidiado en el coso venteño y no llegó ese triunfo rotundo, la tarde tuvo mucho contenido y supuso “un paso al frente en mi carrera”, tal y como reconoce el propio Víctor Hernández.
De momento, el diestro no se ha sentido incómodo con el salto del escalafón de novilleros al de matador de toros. Es más, todo lo contrario. Ha notado el cambio incluso a mejor. “Con el toro, mi tauromaquia se ha asentado más y la dimensión es otra, por lo que estoy muy a gusto”, señala.
Además, tampoco ha sufrido ese temible parón al que tantas veces han tenido que hacer frente otros compañeros cuando han dado el paso de tomar la alternativa. El de Los Santos de la Humosa ni piensa en ello. Su mente solo está pendiente de ser mejor cada día, entrenar y desarrollar todo lo que lleva dentro. “Me gusta ser sincero conmigo mismo, con el toro y con el público, entregarme por completo, pero sin olvidarme de torear bien, buscando los cánones clásicos, que son los que me llenan y emocionan”.
Por último, tiene muy claro su mayor deseo para el último tramo de temporada y no es otro que torear. Para Hernández, “el toreo es una constante persecución de ideales y metas”. Y por eso se pregunta: “¿Hay un deseo mayor que el propio toreo?”. Sobre las plazas, es consciente de que estará “donde me gane el puesto y me llamen, pero llevamos una temporada bonita en la que estamos apostando. Mi meta no es otra que continuar en esta línea”, concluye.