La localidad francesa de Vic-Fézensac cerraba, este 11 de julio, su Feria taurina, en la que se lidiaba un encierro de José Escolar para esta cuarta de abono. Una terna muy del gusto de la afición componía el cartel: Octavio Chacón, Alberto Lamelas y Gómez del Pilar, que fue el triunfador de la tarde al desorejar al sexto.
Un zorrón fue el primero de la tarde, animal que se quedaba corto en las telas de Octavio Chacón y con el que tan sólo pudo estar en lidiador, domeñando el peligro del de Escolar y sobreponiéndose a las circunstancias. Fue silenciado tras aviso tras pincharlo en una ocasión y marrar en otra con el descabello. Ante el cuarto, un animal serísimo de estampa y con unos pitones astifinos, anduvo también domeñando el tranco con motor y encastado que tenía el animal, siendo ovacionado.
Con el segundo, Alberto Lamelas estuvo entregado, pero no tuvo opciones puesto que el animal era reservón, sabúia lo que se dejaba atrás e iba siempre buscando las zapatillas del torero. Tampoco pudo redondear su tarde frente al quinto el jiennense, un animal que no tuvo la maldad de otros de sus hermanos, y al que sí logró enjaretar varios muletazos de muy bello trazo por abajo, siendo finalmente ovacionado.
Pero, sin duda, el nombre de la tarde y de la Feria fue el de Gómez del Pilar, que selló una obra cumbre al bravo sexto, un animal de Escolar serio como él solo y al que supo domeñar ya de capote. Ejemplar lidia de Noé, que se sobrepuso a todos los problemas que la casta lleva consigo y logró derechados de mucho mérito; también al natural logró explayarse y estar por encima del astado, al que despenó de una estocada y paseó el doble premio al calor y al cariño de la afición gala. Con el primero de su lote, un tercero con el que fue silenciado, tan sólo pudo justificarse ante el peligrosísimo tranco del astado, con el que anduvo firme.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Vic-Fézensac, Francia. Última de Feria.
Toros de José Escolar.
Octavio Chacón, silencio tras aviso y ovación.
Alberto Lamelas, silencio y ovación.
Gómez del Pilar, silencio tras aviso y dos orejas.