Paloma Sánchez-Rico de Terrones lidiaba un encierro, en la tarde de este domingo, en la plaza de toros de Las Ventas. Rafael Reyes, Jordi Pérez “El Niño de Las Monjas” y Uceda Vargas hacían el paseíllo.
Rafael Reyes, inedito con el pavoroso primero
Metió miedo el primero nada más asomar de toriles por sus pavorosas espabiladeras, qu después arrancaron las palmas de los presentes. Quizás por eso los primeros tercios fueron con más prevenciones que apuesta. Lo cierto es que el de Paloma Sánchez-Rico tubo buen fondo pero no fuelle. Obedeció a los toques y, las pocas veces que se le obligó, hizo el esfuerzo por humillar, aunque siemore salió con la cara alta soltando un puntazo, aunque teniendo en cuenta lo astifino que fue, era suficiente para andar listo. Rafael Reyes tardó en confiarse y asentar las zapatillas, después de muchas probaturas, para mandar en los muletazos y solo al final dejó un par de derechazos apreciables, antes de marrar con los aceros.
Tres avisos para El Niño de las Monjas
Casi en los medios, de rodillas y frente a la puerta de chiqueros se instaló El Niño de las Monjas para esperar al feo y serio segundo, que tardó lo suyo en acudir al capote del valenciano, mientras este tragó lo suyo hasta que el animal decidió acudir y resolvió con una larga cambiada limpia. Tardó el novillo en el caballo, al que atacó con la cara alta, mostrando lo que haría después en la muleta, donde no solo le costó humillar sino que pasó rebrincado con muy escaso recorrido. Jordi, decidido, provocó las embestidas con la voz y toques fuertes, para incitar las obedientes pero incompletas y deslucidas arrancadas, intentando componer muletazos más enérgicos que lucidos y templados. En esas seguía cuando sonó un aviso y se dio cuenta que era hora de entrar a matar y luego se vio incapaz de finiquitarlo en el tiempo reglamentario.ç
Trabajosa labor de Uceda Vargas con el deslucido tercero
Había pasado una hora y media desde el paseíllo y apenas se picaba al tercero, el más armónico de los que habían salido hasta ahora y que en el capote pasó punteando pero con intención de seguir los vuelos. Uceda Vargas intentó estirarse a la verónica pero había que tirar del novillo para estirar sus viajes. Lo mismo con la muleta, en la que el sevillano abusó de los toques fuertes violentando la, ya de por sí, intermitente y calamocheada embestida de un animal que mereció más suavidad, perdiéndose en una faena más laboriosa y voluntariosa que agradecida.
Reyes se extiende con un inválido que no debió lidiarse
Lo del cuarto fue un despropósito. La invalidez del de Sánchez-Rico fue latente ne los primeros tercios, pero quizás el presidente, después de ver la hora que era, optó por dejarlo en el ruedo y agilizar la languida y tediosa tarde. Pero no contó con que Rafael Reyes iba a intentar apurar las embestidas que no tuvo, una y otra vez, sin que el novillo hiciera por embestir, ahora tan parado. Es verdad que pasó dos o tres veces, pero no había sustancia en nada, ni la necesidad de extenderse hasta que sonara un aviso. Lo dicho, un despropósito.
Más decisión que lucimiento de El Niño de las Monjas con en manso quinto
Quiso irse de nuevo el valenciano a porta gayola, pero el torilero abrió la puerta antes de tiempo y se tuvo que confirmar Jordi con quedarse en el tercio y para enjaretar hasta tres largas cambiadas de rodillas. Con ellas demostró Jordi sus ganas de despedirse de novillero de Madrid con un mejor ambiente, pero el novillo, tras los primeros tercios, pasó a su aire, sin humillar, soltando la cara por arriba y necesitó de mayor autoridad en la muleta, que la que le presentó el novillero. Jordi porfio, atacó, intentó templar y componer a pesar del desgobierno y, aunque no sacó nada en limpio, la menos se notó más decidido y menos indolente que sus compañeros de terna. Tanto, que el público agradeció su disposición con algunas palmas que le invitaron a saludar, al tiempo que otros también se lo protestaron.
Uceda Vargas abrevia con el manso sexto
El sexto de manso y parado no tuvo ni uno y, en esta oportunidad, al menos Uceda Vargas tuvo la sensatez de acabar pronto con el suplicio de una tarde sin contenido. Así, macheteó por la cara y buscó la igualada.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 11 de agosto de 2024. Plaza de toros de Las Ventas., Madrid. Novillada. Un cuarto de entrada en tarde calurosa.
Novillos de Paloma Sánchez-Rico de Terrones, de serias caras y desiguales de presencia y hechuras. Obediente un primero al que le costó humillar; Deslucido pero obediente el segundo; Deslucido el tercero; Inválido un cuarto que no debió lidiarse; Manso y deslucido el que hizo quinto; Manso y parado el imposible sexto.
Rafael Reyes (azul marino y oro): Silencio tras aviso y silencio tras aviso
El Niño de las Monjas (blanco y plata): Silencio tras tres avisos y
Uceda Vargas (tabaco y oro): División al saludar y división al saludar y Silencio
INCIDENCIAS: La ganadería toma antigüedad.
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FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO