MÓSTOLES

Una tarde con argumentos


domingo 15 septiembre, 2024

Paco Ureña cortó un total de cuatro orejas y un rabo, no paseando este por la protestas del respetable. Aguado selló una tarde de gran dimensión con el corte de cuatro orejas en un festejo donde Manzanares se ganaría su salida en hombros tras su faena al cuarto de un entretenido festejo

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Una corrida de El Vellosino se lidiaba esta tarde en la madrileña plaza de toros de Móstoles. José María Manzanares, Paco Ureña y Pablo Aguado trenzaban el paseíllo en la cuarta corrida de toros de la temporada en la reapertura de este coso.

Silenciado José María Manzanares en el primero

José María Manzanares se estiró a la verónica con el abreplaza, un astado fino pero cortito de cuello. Destacó al natural el alicantino, siempre toreando con toques suaves buscando ir convenciendo poco a poco al astado. Con la derecha hubo menor continuidad en un trasteo algo desigual. Tras una media estocada y dos golpes de verduguillo fue silenciado.

Ureña pasea las dos orejas pese a ser concedidos los máximos trofeos por parte del usía

Ureña paseó las dos orejas del segundo, un animal al que tanteó con la capa ya desde salida. El murciano buscó poco a poco meter en la muleta a un astado que tuvo movilidad pero al que le faltó un punto de entrega en los primeros tercios. Con la pañosa fue poco a poco construyendo una labor de menos a más con pasajes de su personal toreo. Labor que cimentó por el pitón derecho pese a dejar naturales bellos pero deslavazados dentro del contenido final de su labor. Se gustó en los remates, trincherillas y pases de pecho. Sus manoletinas finales a pies juntos sin mover los pies del sitio calaron en los tendidos. Tras la estocada pasearía las dos orejas del noble astado del Vellosino pese a ser concedidos máximos trofeos.

Aguado cuaja -con capote y muleta- al tercero y le pasea el doble trofeo

Aguado se rompió con el tercero de El Vellosino, un ejemplar con virtudes al que meció con compás a la verónica antes de dejar una labor de pura caricia. Suavidad, elegancia y mucho temple en la muleta, cualidades dignas de un torero superlativo como el sevillano. Ver torear a Pablo nos hace un guiño a lo de antaño, al toreo puro de esa Sevilla con olor a los Romero, Manolo, Pepe Luis Vázquez o Pepín Martín Vázquez. Por ambos pitones se durmió en muletazos que duraron una eternidad antes de dejar una buena estocada que puso en sus manos el doble trofeo de un astado con virtudes pero al que le faltó un punto de humillación.

Manzanares, otras dos orejas del cuarto

Se gustó el alicantino con la capa ante el cuarto, otro ejemplar manejable del hierro charro pero al que le faltó un punto de fondo. Dejó suaves tandas por ambos pitones en un trasteo en el que conectó rápidamente con unos tenidos muy receptivos a todo lo que hizo Josemari. Toreó despacio por ambos pitones a un animal al que no podías exigirle por abajo en muletazos continuados. Tras pasaportar al animal paseó el doble premio.

Ureña hace pleno con otras dos orejas del quinto

Volvería a pasear las dos orejas del quinto un entonado Ureña, espada que apretó el acelerador para no dejar pasar la oportunidad de desorejar al segundo astado de su lote. Se gustó a la verónica y en el posterior quite por chicuelinas antes de tomar la muleta. Este fue un animal de embestidas desiguales, un toro que se sintió más cómodo en la media altura y al que el murciano entendió desde el principio. Pese a no ser un astado fácil, Ureña fue paciente aguantando embestidas pasadoras antes de apretarle de verdad. Buenos muletazos dejó por ambos pitones, teniendo mayor metraje en redondo. Tras volcarse en la estocada le fueron concedidas las dos orejas.

Aguado pone el broche a su tarde con otras dos orejas del sexto

Volvió a dejar pasajes muy toreros Aguado con el sexto, un toro al que le ganó la batalla a base de manso y disposición. Se gustó lanceando a la verónica a un toro al que le faltó franqueza en sus embestidas pero que pareció atemperarse tras su paso por el jaco. El sevillano se mostró enrazado por momentos, dejando otros pasajes donde fluyó el toreo reposado. Le dio tiempos al animal, jugó con las distancias y las alturas para acabar metiendo en el canasto a un astado que por momentos le puso a prueba pese a no llegar ese “cierto peligro” a los tendidos. Tras una gran estocada paseó el doble premio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Móstoles (Madrid). Corrida de toros. Más de tres cuartos de plaza.

Toros de Vellosino. El segundo premiado con la vuelta al ruedo

José María Manzanares: silencio y dos orejas.

Paco Ureña: dos orejas y rabo y dos orejas.

Pablo Aguado: dos orejas y dos orejas.

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Mostoles

FOTOGALERÍA: ÁNGEL BRAVO