Pese a no estar inmersos en el invierno taurino ya hay algunos matadores de toros y novilleros que han roto su relación de apoderamiento con aquellos que gestionaban sus respetivas carreras. Matadores de toros como Serafín Marín, Miguel Ángel Perera Arturo Gilio o El Adoureño, amén de novilleros conocidos por el aficionado como Martín Morilla, cambiaron de aires durante una temporada de gran exigencia para cada uno de ellos.
El primero en separar caminos con su apoderado fue el extremeño Miguel Ángel Perera, quien en marzo de este año se desvinculó de David Benegas y empezó desde cero con Diego Robles, hombre que ejerce las funciones de asesor artístico tras el acuerdo al que ambas partes llegaron a comienzos de temporada. Como publicamos en su día, dicha vinculación ha sido “rápida” tras la buena relación que existía entre ambos.
Ya en abril fue El Adoureño quien rompió su relación de apoderamiento con Ángel Vaquerizo, su poderdante en ese momento. “A partir de ahora y según palabras del propio diestro se centrará en el campo bravo y buscará la persona que crea más oportuna para darle un “arreón“ a su carrera que estas últimas temporadas ha quedado bastante parada“ se podía leer en la nota de prensa que el diestro galo hizo llegar a los medios.
Allá por el mes de junio sorprendía la ruptura de Manuel Morilla y Jesulín de Ubrique, apoderado y poderdante ponía así fin a seis meses de vinculación profesional. Sin aclarar las causas de esta ruptura, el novillero expresa en un comunicado “su profundo agradecimiento al maestro Jesulín de Ubrique por estos meses de ayuda, colaboración y acompañamiento”. Un novillero que tras su triunfo en Sevilla no encontró el premio a una noche donde dejó patente su concepto del toreo.
En pleno mes de agosto saltaba la noticia sobre el fin de la relación de apoderamiento que unía a Rafa Serna e Hipólito Sánchez, esa que había comenzado allá por 2022. Esta decisión llega después de que el diestro sólo haya sumado una actuación en la presente temporada, concretamente en el Festival celebrado en la localidad onubense de Almonte, tarde donde cortó las dos orejas y el rabo al astado que le cupo en suerte.
El 3 de septiembre este medio informaba sobre la separación de caminos que había tomado Casa Toreros y Arturo Gilio. De la mano de esta afamada empresa, el diestro mexicano tomó la alternativa allá por noviembre del 2022 en la plaza Acho, convirtiéndose así en el primer torero de su país que se doctoraba en el bicentenario peruano. Una ruptura amistosa que obliga a Gilio a buscar un nuevo apoderado para este final de 2024 y comienzo del 2025
El pasado 16 de septiembre llegó a esta redacción la información sobre la ruptura del apoderamiento que unía a Serafín Marín y Javier Campillo. Una relación que han llevado en las últimas temporadas y que se ponía fin en uno de los meses más taurinos del año Así, el diestro catalán se enfrenta a un invierno de preparación en el que también debe buscar su nuevo hombre de confianza.