La mítica ganadería de Baltasar Ibán tiene, desde el martes 1 de octubre, nuevo propietario, al hacerse efectiva la venta de la vacada madrileña a un nuevo propietario. De esta forma, la titular del hierro ya no será -como hasta ahora- Pilar Llarena, ni será su cabeza visible Cristina Moratiel, toda vez que ha decidido ocuparse más del hotel Wellington y de la fundación que lleva su nombre, lo que le toma demasiado tiempo como para seguir ocupándose de la ganadería, como lo hacía hasta ahora.
La vacada, sin embargo, no cambiará de familia, porque ha sido José Antonio Moratiel, hermano de Cristina e hijo de Pilar Llarena, quien ha adquirido la titularidad y, por tanto, la responsabilidad de seguir adelante con el legado de un hierro legendario dentro de la cabaña brava española.
Así lo ha confirmado a este medio el representante de la ganadería, Luis Miguel Encabo, que seguirá siéndolo con el nuevo propietario. Porque lo cierto es que la ganadería no va a cambiar de finca ni de manos, dado que la compraventa se ha efectuado por una cuestión de intendencia en la familia Moratiel.
En los últimos meses se había especulado con una posible venta fuera del entorno familiar, e incluso se habían barajado nombres y hasta cantidades para cerrar la operación, si bien Luis Miguel Encabo ha confirmado a CULTORO que la ganadería de Baltasar Ibán «no está en venta«.
Baltasar Ibán, un año 2024 marcado por «Bastonito»
Hay que tener en cuenta que hablar del hierro de Baltasar Ibán es hacerlo de un hierro mítico en el campo bravo, que ha sido base de Ferias toristas en las últimas temporadas como Vic-Fezensac o Villaseca de la Sagra, teniendo presencia intermitente en la Feria de San Isidro de Madrid según los compromisos con el resto de plazas le dejasen guardar una corrida para el primer coso del orbe.
De hecho, este mismo 2024, en su regreso al serial isidril, la ganadería lidió uno de los grandes toros de la Feria y de la temporada, de nombre «Bastonito», que le cupo en suerte al colmenareño Francisco de Manuel y que emocionó al tendido por su bravura, su acometividad y una emocionante embestida.