637 kilos pesaba el Cubilón segundo, animal largo y hondo que se le coló a Román en las verónicas de inicio. Echó la cara arriba en varas. Al tendido brindó Román, que se puso de verdad con un toro que quería salir suelto. Le dio sitio y citó desde los medios, provocando la embestida de un animal que tuvo cierto ritmo en su tranco a pesar de su mansedumbre y en el que expuso en las tres primeras series por la mano derecha, cargando la suerte en cada uno de los cites, ganándole terreno a la huida del toro, provocando en cada proposición la embestida de un Atanasio que rompió al final, fiel a su encaste. En la cuarta serie, al natural, el valenciano tuvo que provocar también mucho con el movimiento y con la voz porque el toro salía huyendo. Y lo sujetó en los medios hasta que se le rajó totalmente. Dejó manoletinas de cierre y una media estocada, además de un descabello. Ovación
tras aviso.
MADRID
La verdad de Román, siempre
viernes 4 octubre, 2024
El valenciano volvió a hacer gala este viernes de su verdad y su forma de proponer el toreo en el sitio