Borja Jiménez y lo que la espada se llevó tras una obra de toreo reposado al segundo

A portagayola se fue Borja Jiménez a saludar al segundo, un Enamorado castaño bragado meano axiblanco al que dejó una larga en el tercio a pesar del parón del toro en la puerta de toriles, y luego un ramillete de verónicas de gran calado y una revolera mirando al tendido. Tito Sandoval cumplió en varas, siendo ovacionado. Emotivo el brindis al tendido de Borja. Dejó un inicio de faena sentado en el estribo y luego varios muletazos rodilla en tierra de poderoso trazo. Las dos primeras series por la mano derecha tuvieron temple y empaque, con la mano baja y el mentón hundido. El toro repetía con humillación y aunque le faltaba un punto de viaje para rebozarse, era pronto y tenía buen son. Cuando tomó la zurda el animal se iba apagando, por eso decidió volver a la diestra, por donde dejó otra serie rotunda. El final a pies juntos y los doblones de cierre terminaron por calentar la obra, pero un pinchazo previo a una estocada un punto caída evitaron el premio. Vuelta tras aviso.