Por Javier Espada
A Joao Moura Caetano la afición por su profesión le viene de familia. Su padre, el rejoneador Paulo Caetano, le inoculó la pasión por los caballos y por el toro bravo. Ahora, el jinete luso compagina el cuidado y la puesta a punto de sus caballos con el mantenimiento del hierro familiar. En la temporada del quince aniversario de su alternativa, ha podido trenzar ya seis paseíllos, uno de ellos este domingo en Huelva, y tiene por delante citas en plazas como Benavente o Almagro, además de Lisboa. De fondo, el reto ilusionante de entrar en las grandes ferias en tiempos complicados para el rejoneo.
Poco a poco, se va viendo la luz y van llegando los contratos. ¿Cómo está transcurriendo la temporada?
Sí, aunque ha habido corridas que se han suspendido, he podido torear seis festejos hasta el momento y creo que si todo se normaliza, puedo acabar la temporada en un número importante que rondaría las 20 o 25 tardes.
Además, este año cumples el quince aniversario de tu alternativa…
Hago quince años de alternativa, la tomé en Campo Pequeno en 2006 porque era mi ilusión. Esta temporada se plantea bonita y hasta ahora ha ido todo bien en las seis corridas y ha habido triunfos importantes. Además, los caballos están respondiendo bien para lo que resta de temporada.
«Estoy ilusionado porque tengo oportunidades en plazas con solera en las que tengo mucho que mostrar»
En el horizonte hay compromisos ilusionantes.
De momento, en España vamos a Benavente y también a Almagro. Son plazas con solera y tengo mucho gusto de poder estar allí. Estoy ilusionado y tengo mucho que enseñar. Los caballos que estoy sacando ahora están consagrados, tienen mucha experiencia y eso ayuda mucho.
En algunas de estas corridas vas a lidiar el hierro familiar. La responsabilidad es mayor…
Sí, la nuestra es una ganadería de Murube, muy apreciada para el toreo a caballo. Nos sobraron muchas corridas del año pasado y las estamos colocando por España. La responsabilidad es mayor al ser ganadero y ser torero. Me gusta mucho la selección y la ganadería de bravo e intento seleccionar lo mejor. Tenemos también la otra ganadería de mi padre, Paulo Caetano, que es Parladé, a veces se mezcla porque trae una diversidad importante a la corrida y para la gente es más divertido.
«La ganadería es una ruina económica, pero no podemos lamentarnos. A la gente le apetece mucho ir a los toros y cuando mejore esto totalmente, vamos a poder recuperar esa economía»
¿Cómo ha afectado la pandemia a la ganadería familiar?
Ahora vendemos los toros a precios muy bajos. Económicamente, la ganadería es una ruina, pero no podemos lamentarnos, hay que tirar hacia adelante. A la gente le apetece mucho ir a los toros y creo que cuando esto mejore totalmente, vamos a poder recuperar esa economía.
¿Y para ti, como rejoneador? ¿Atravesaste momentos difíciles durante la pandemia por el esfuerzo de seguir manteniendo los caballos?
Fue muy complicado para todos. Yo creo que soy un privilegiado porque vivo en el campo y puedo montar los caballos. Profesionalmente, es difícil porque venía de torear 38 corridas en 2019 y estaba muy lanzado para 2020 y nos vimos frenados. El año pasado sólo pude torear cinco corridas, entre ellas la del cuarenta aniversario de la alternativa de mi padre, Paulo Caetano. La parte económica es muy complicada, hay que mantener a los caballos y a los empleados.
¿Cómo están las cosas en Portugal? ¿Se están reactivando los festejos?
En Portugal la pandemia ha empeorado en los últimos meses y no se están dando toros en las ciudades en las que están en riesgo. Lo bueno es que la gente quiere y no tiene miedo de ir a los toros.
«Creo que a los toros les hace falta un poco de ayuda política»
¿Cómo ves el futuro del rejoneo? Los rejones han desaparecido de muchos pueblos y es difícil entrar en los carteles de las grandes feria porque hay uno o dos…
Me gustaría torear mucho más, sobre todo en España. Veo que se ve que se están abriendo los carteles porque a la gente le gusta ver toreros que no se ven tantos con otros estilos diferentes y creo que las figuras lo van abriendo a otros toreros y eso es beneficioso para el rejoneo. Cuando yo empecé a torear, toreaba en muchos pueblos en España y allí di mis primeros pasos. Hay muchos pueblos que en esa época no se daba y ahora no se da. Ahora hace un poco de ayuda política que creo que es lo que falta.