Diego Ventura ha sido uno de los nombres propios de una temporada que no ha dejado insatisfecho a nadie, un año donde el rejoneador nacido a la otra orilla del Tajo ha firmado faenas de gran importancia en coso de relevancia. Su 2024 le ha llevado a ocupar el primer puesto de un escalafón de rejoneadores, una posición que ha saldado con 52 tardes a este lado del charco. Una campaña donde su cuadra ha rozado el sobresaliente, esa que ha demostrado unas cualidades significativas pese a la juventud de algunos equinos.
Una arrolladora temporada europea que acabó con 138 orejas y 11 rabos cortados, destacando su presencia en 9 cosos de primera categoría, 17 de segunda y 25 en ruedos de tercera. Un rejoneador que ha competido tanto con sus compañeros de escalafón como con una serie de matadores de toros en corridas mixtas. Pese a quedarse fuera de Valencia en plenas Fallas, este si estuvo presente en una Feria de Julio donde paseó una oreja a cada animal que le cupo en suerte.
Amén de esa salida en hombros, el lusitano también triunfó en plazas como Sevilla y Madrid donde cortó dos orejas, amén de las cuatro de Málaga y las tres y un rabo en una mañana magistral en Nimes. Arlés, Córdoba o Zaragoza fueron otros cosos de primera donde tocó pelo en un 2024 donde volvió a anunciarse en plazas donde anteriormente no contaron con él. Su regularidad en cosos de segunda y tercera categoría también hizo que alcanzara unos números espectaculares en relación con el corte de orejas antes mencionado.
Castellón e Illescas: primeros triunfos de importancia tras su periplo americano
Tras sus paseíllos en Hacienda El Salitre (Querétaro) y Mérida, el rejoneador afincado desde su más tierna infancia en la provincia de Sevilla volvió a suelo español para pasear un rabo en la localidad cántabra de Pesaguero, tarde donde se anunció con astados de Los Espartales. Tres orejas pasearía en una Feria de la Magdalena donde se acarteló junto a Andy Cartagena y Lea Vicens en una tarde donde la materia prima la puso el ganado de Fermín Bohórquez. Así narramos su gran obra al primero:
«El primero de su lote fue un toro colaborador al que exprimió ya de inicio el rejoneador; brilló en los de castigo, con una ecuánime colocación, y luego fue dejando quiebros de espanto que llegaron con suma fuerza al tendido. Y fue construyendo una obra in crescendo, en la que el toreo de frente lo combinaba con adornos y pares de mucho mérito por clavar en la misma cara del animal de Bohórquez. Eso, junto con las cortas y el rejonazo, puso en sus manos el doble premio«. Otra oreja pasearía de su segundo.
El 10 de marzo tenía una cita con la afición toledana de Illescas en su Feria del Milagro, una tarde donde paseó una oreja del quinto de la tarde marcado a fuego con el hierro de Carmen Lorenzo Carrasco. Una gran tarde que no remataría con los aceros, esa en la que se irían en volandas Andy Cartagena y Lea Vicens en una tarde donde los tendidos prácticamente se llenaron en su totalidad.
Arles y su primer golpe en una plaza de primera
El 31 de marzo era la fecha establecida para su primer festejo en una plaza de primera categoría. Fue en Arlés, coso donde se anunciaba junto a José María Manzanares y Alejandro Talavante en un festejo mixto. Al igual que en Illescas le falló el rejón de muerte cambiando la salida en hombros por una solitaria oreja al primero de su lote. Este fue un ejemplar con poca fuerza y recorrido. Lo provocó mucho Ventura, entrando este en terrenos comprometidos de a lomos de Nivaldo, clavando las banderías muy cerca del caballo y del toro. Con Guadiana lució al violín y las cortas, matando con firmeza y cortando la primera ojera de la tarde.
Ventura saludó a su segundo toro con su habitual facilidad. Lo castigó dos veces templando su embestida a lomos de Fabuloso. Lo lució con dos quiebros muy ajustados y conectó de manera definitiva con el público. A lomos de Bronce banderilleó a dos manos con un público totalmente con él, rematando la faena con las banderillas cortas en una labor importante, que acabó pinchando un total de tres veces perdiendo las dos orejas.
Sevilla y su primer gran triunfo en una plaza de exigencia
Como puente entre las tardes de Arles y Sevilla, se situó la tarde de Sanlúcar de Barrameda, una corrida donde se entretuvo en pasear cinco orejas y un rabo de astados pertenecientes a las vacadas de Benítez Cubero y Pallarés. El 14 de abril Ventura tenía una nueva cita con Sevilla el domingo de Farolillos, una fecha tradicionalmente reservada para la corrida de rejones. A su primero lo volvió a pinchar, siendo su faena al quinto la más rotunda del festejo. Así lo narramos:
De frente y en todo lo alto, citando desde el olivo al toro que estaba en el centro del ruedo, clavó el primer rejón de castigo Diego Ventura a un toro que tenía otra movilidad distinta al anterior. Era pronto, tenía celo y seguía la proposición de gobierno del cigarrero, que toreó de costado al animal durante media plaza para cambiarle el viaje y rematar con una pirueta la suerte. Un espectáculo de toreo. Y citó tras ello de lejos al de Capea, clavando pares de mucho mérito, especialmente el penúltimo, de poder a poder en terrenos de la Puerta del Príncipe. Y el último, a dos manos a lomos de Guadiana, fue de ensueño antes de un carrusel de rosas de gran eco. Rejón de muerte en mano, pinchó en dos ocasiones, lo que lamentablemente esfumó todo premio. Ovación calurosa.
Dejó auténticos muletazos de salida Diego Ventura al quinto, un toro al que lidió en redondo de inicio. A lomos de Nómada dejó instantes de emoción, especialmente en dos piruetas en la misma cara que llegaron con fuerza arriba. Toreó tras ello de costado y cambió de pista a un toro también noble pero sin terminar de entregarse a la obra. Y clavó en la misma cara dos palos más, exponiendo una barbaridad tanto en el embroque como en la salida de la cara del de Capea. Dejó quiebros de auténtico espanto entre los pitones en el final de obra, toreando al animal incluso para cambiarlo de terrenos. Un espectáculo de muchos quilates. Y citó de lejos en el penúltimo palitroque, que luego propuso a tres metros del toro, de poder a poder. Vibrante el quiebro y perfecta la colocación de la banderilla. A Bronce le quitó la cabezada en el final de faena, y puso a dos manos un par de máximo riesgo y calado arriba. Sublime Ventura, a pesar de que no le ayudaba el toro. La plaza en pie cuando se fue andando hacia atrás. Puso cortas al violín y rosas, con La Maestranza como un hervidero, antes de despenar al de Capea de un rejonazo entero. Dos orejas.
🎥 Resumen de la corrida de rejones de la Feria de Abril en @maestranzapages
➡️ Gran tarde de Diego Ventura que desoreja al quinto de la tarde
➡️ El acero priva a Sergio Galán y Guillermo Hermoso de Mendoza de tocar pelo#FeriadeAbril #OneToroTV pic.twitter.com/Ayl65WTgb7
— OneToroTV (@OneToroTV) April 14, 2024
Tres orejas en Jerez; Córdoba como preludio a su grandiosa tarde en Nimes
Tras su paso por la Maestranza dejó su sello en cosos menores, cosechando un gran triunfo en la Feria del Caballo de Jerez, plaza donde cortó tres orejas a su lote de Bohórquez. Luego llegaría Córdoba en una tarde donde la oreja cortada no haría justicia a un festejo de gran rejoneo en un cartel junto a Morante de la Puebla y el novillero Manuel Román. Dos días después formaría un auténtico lío en Nimes, plaza donde cosecharía un triunfo de campanillas tal y como contamos en este medio:
Faena para la historia de Diego Ventura en Nimes al primero de su lote, un toro bravísimo, premiado con una vuelta al ruedo. Lo saludó en redondo, muy cerca de los pitones frente a un astado con mucho gas; lo castigó solamente una vez con el rejón inicial. Con Nómada bordó el toreo, siempre en la corta distancia, en un prólogo de faena de mucho compromiso. Toreó a milímetros del animal en los siguientes quiebros y pares, y con Bronce protagonizó un excelso momento, al quitarle la cabezada y dejar varios pares de auténtica excelencia y compromiso. Continuó así, sin cabezada, en un final de obra cumbre, con todo el público en pie. Remató con las cortas al violín, lo mató a la perfección y cortó dos orejas y el rabo del astado de Bohórquez.
Con Fabuloso toreó muy en corto al quinto en pasajes de sumo compromiso al hilo de tablas, frente a un toro que no tenía el mismo recorrido que el primero, pero se dejó también. De nuevo le quitó la cabezada al animal, dejando instantes de sumo riesgo, sellando desplantes muy cerca de los pitones y tocando el toro con la cabeza del caballo. Remató la obra con las cortas… pero lamentablemente lo pinchó cuatro veces, y perdió las dos orejas. Descabello rodilla en tierra y nueva oreja.
Madrid y su gran triunfo en su segunda comparecencia del abono isidril
Su primer paso por la primera plaza del mundo fue el domingo 26 mayo en un festejo mixto, una tarde donde se acarteló junto a Cayetano y Ginés Marín. Un Ventura magistral, pero sin acero se fue de vacío esa tarde, un festejo donde la tardanza en caer de su primero y dos pinchazos al cuarto lo dejaron sin ese triunfo que venía a buscar.
“Bolillero” se llamaba el primer toro de Capea, un negro bragado de 560 kilos, nacido en marzo de 2020 y número 14, al que el saludó Diego Ventura con Guadalquivir. Era un toro murubeño al que paró en círculos en corto y que, tras una primera intentona, clavó el rejón de castigo en buen sitio. Cosido a la cola del caballo, se dio más de una vuelta y media completa al ruedo venteño, y luego le cambió el viaje y lo hizo al revés. Un espectáculo que ya puso de su mano al tendido. Citó de lejos, de poder a poder, para la primera banderilla, que clavó arriba a lomos de Fabuloso. Faena en la que dejó quiebros de mucho mérito ante el buen ritmo del animal. En el epílogo, puso cortas al violín en un final con Guadiana, caracoleando ante el animal de Capea, que mantuvo la transmisión y el buen tranco, y luego colocó rosas también en lo alto. El toro no se echó del rejonazo, quedándose amorcillado, y tuvo que tomar el descabello Ventura, acertando rodilla en tierra con él. Silencio para el rejoneador.
“Olvidado” era el negro bragado cuarto, segundo del lote de Diego Ventura, de Capea, negro bragado de capa, de 610 kilos y nacido en noviembre de 2019. Lo saludó el cigarrero a lomos de Velasquez, al que dejó dos rejones de castigo en buen sitio para ahormar su embestida. Y se templó el tranco del animal, al que dejó un inicio de faena en el que destacó uno de los palos con varias piruetas tanto para provocar la embestida de lejos del toro como para salir de su cara. Ese fue el momento clave en el que metió a la plaza en la obra. Optó por lidiar al toro en los medios, y en esa fue también una clave para que el animal se creciese. El lusitano Lío pisó unos terrenos muy comprometidos, primero en un par desde lejos, y luego en uno de tierra a tierra que, aunque se cayó el palo, la proposición tuvo mérito. Lo repitió, cayendo en todo lo alto la banderilla. Gran actuación con Lío. Le quitó la cabezada a Bronce y puso un par a dos manos de muchísimo mérito, dejándose llegar mucho al toro y clavando en lo alto. Con Guadiana y una rosa finalizó la faena, pero el acero y dos pinchazos le arruinaron la faena. Una pena.
Su 19ª puerta grande en Las Ventas
Volvería a Madrid el 1 de junio con una corrida de Los Espartales, tarde conde saldría en hombros tras desorejar al astado que cerraba plaza, perdiendo este un trofeo en el tercero del festejo. Si su faena al primero de su lote alcanzó cotas importantes, su labor al sexto son de las que marcan la diferencia. Esa que nos contó de la siguiente forma nuestro compañeros David Jaramillo tras una labor donde Ventura se inventó un triunfo que nadie veía.
Cómo una explosión cayó el rejón de poder a poder, con el toro saliendo de chiqueros, que dejó Ventura al sexto. Iba a por todas para no marcharse de vacío en la feria. Sin embargo, él toro no estaba por la labor, tan falto de fijeza. Aunque eso para Ventura no es obstáculo insalvable. El jinete se apoyó en las querencias, citando siempre a favor de chiqueros en la distancia, para dejar dos quiebros soberanos, esperando la emoesrids, sobre «Lío». A lo los de «Fabuloso» consiguió enganchar una vuelta al ruedo con el toro cosido a la barriga y un par de hermosinas ajustadísimas, aunque esta vez le falló un poco la reunión de los palos. Las tres cortas al violín, cuando el toro ya aportaba menos, le dejaron el triunfo servido, el mismo que ahora si abrazó con un certero y fulminante rejón de muerte.
Valencia y su salida en hombros en la Feria de Julio
Granada Alicante, León y Soria fueron sus siguientes actuaciones de un triunfal mes de junio con cuatro puertas grandes consecutivas. Bien avanzado el mes de julio se anunció en la capital del Turia tras quedarse fuera de las Fallas. Una tarde donde volvió a acartelarse en un festejo mixto junto al sevillano Juan Ortega y el madrileño Fernando Adrián. Oreja por toro pasearía un rejoneador que volvió a puntuar con fuerza en un coso de primera.
De muy seria estampa y hondo el primero de Los Espartales, muy alto, al que dejó un buen rejón de castigo al quiebro Ventura. Y un segundo de castigo también en la misma suerte, de perfecta ejecución. Y luego se llevó al hilo de tablas al toro en una serie completa al ruedo, algo que caló arriba. Con Nómada empezó faena, dejando cambio de pista de mucho mérito ante un toro de tranco templado aunque ya empezaba a sosear, pero tiró de mucho empeño Diego, que fue construyendo una obra de entrega y de dominio al de Los Espartales, al que dejó momentos de mérito con Lío ya con el animal apagado en terrenos del tercio del tendido 10. Tuvo que tirar mucho de él Diego en el epílogo, con la rueda de cortas, y con una rosa en todo lo alto, antes de tomar el acero de verdad, y dejar un rejonazo entero y efectivo. Oreja con petición no atendida de la segunda.
También hondo el cuarto, segundo del lote de Ventura, un Marlboro de Los Espartales al que dejó el rejón en lo alto el cigarrero. Tranco muy templado del animal, al que dejó momentos a dos bandas de suprema despaciosidad, cambiando de pista a lomos de Fabuloso. Fue una pena que el toro se echase en mitad de la lidia, evidenciando su poco poder. Con Hatillo dejó un palo de frente y dando el pecho, y epilogó su faena a lomos de Guadalquivir, con el que clavó cortas al violín y dejó una rueda de rosas en lo alto. Rejón de muerte en mano, lo clavó entero, siendo efectivo en segundos, y le valió otro premio con fuerte petición del segundo no atendido.
Doblete en el Puerto de Santa María en un verano con triunfos en Huelva o Gijón
Diego vivió un intenso verano anunciándose en un gran ramillete de festejos de norte a sur de nuestra piel de toro, un 2024 en el que destacó su doblete en el coso portuense, plaza donde paseó una oreja en cada tarde que trenzó el paseíllo. Dos festejos en los que volvió a demostrar el momento por el que pasa, ese en el que su cuadra rayó a un nivel altísimo para potenciar las virtudes de los toros y pulir sus defectos. Sus triunfos en Huelva o Gijón volvieron a colocarle en el foco mediático de una temporada de gran importancia para un rejoneador que a esas alturas de la temporada llevaba la responsabilidad de ser el que encabezaba el escalafón de rejoneadores.
Pleno en una histórica tarde en Málaga
El 18 de agosto tendría una de sus actuaciones de la temporada en la plaza de toros de Málaga, festejo en el que se anunciaría con toros de Benítez Cubero y Pallarés. Una tarde donde trenzó el paseíllo junto a Rui Fernandes y Ferrer Martín, cortando este último una oreja del tercero y dando una vuelta al ruedo en el que cerraba plaza. Así lo narramos:
De mejor condición y con más alegría en sus embestidas fue el segundo de la tarde, primero del lote de Diego Ventura. Construyó una faena de mucha conexión con los tendidos. Los momentos de mayor intensidad tuvieron lugar a lomos de ‘Bronce’, clavando siempre en la cara del toro y exponiendo los pechos del equino, algunos de ellos sin emplear el bocado, sumando así una mayor dificultad. Finalizó clavando hasta tres de las tradicionales rosas, tras las que dejó el rejón de muerte en todo lo alto. El conjunto de la faena le valió la dos orejas escribía en este medio Javier Gallardo.
Si bueno fue el trasteo al segundo de la tarde, de un nivel superior fue la faena de Ventura al quinto. Tan solo un rejón de castigo dejó en el lomo de ‘Guardián’, un toro del hierro de Pallarés, que le valió para ahormar la embestida y encelar al astado en el caballo. Cuando cogió las banderillas, el animal era todo suyo y a lomos de ‘Lío’, uno de sus caballos estrella, formó (nunca mejor dicho) un auténtico lío. La forma de esperar en cada encuentro al animal, clavando siempre en todo lo alto; el quiebro en un par desde las tablas hacia los medios; los pares a dos manos o con banderillas cortas. Un auténtico despliegue de conocimiento y capacidad. Remató de nuevo con las rosas para luego clavar el rejón de muerte. Cortó dos orejas, con fuerte petición del rabo, firmando así una de sus mejores tardes en la Malagueta.
Albacete, Salamanca y Murcia, tres cosos conquistados por un intratable Ventura
Ciudad Real, Cuenca, Antequera, Andújar, fueron algunos de los festejos previos a tres plazas de importancia durante un cargado mes de septiembre.
El 15 del citado el rejoneador nacido al otro lado de la frontera tenía una cita con la afición de Albacete, tarde que se saldó únicamente con el corte de una oreja al quinto de los Espartales, una faena de altos vuelos premiada únicamente con una oreja. Así la narramos:
Salió desentendido el de Los Espartales, buscando saltar al callejón como su hermano hiciera en el Segundo. Únicamente dejó Diego un rejón de castigo al ver al animal que podía estar medido en su raza. A lomos de Lío consiguió clavar arriba las dos banderillas que puso dentro de una actuación muy torera. Con Nómada volvió a mostrarse solvente, pisando este terrenos comprometidos. Pero sería con Bronce donde su faena alcanzó las cotas de mayor intensidad toreando sin cabezada. Brilló en la forma de llegarle al toro dejando un par a dos manos soberbio que levantó al público de sus asientos. Ya con Nivaldo siguió hirviendo la afición con las cortas. Tras un rejón de muerte entero, pero desprendido, la plaza la pidió con fuerza las dos orejas, no siendo esta concedida por la presidencia con el lógico enfado de la parroquia albaceteña.
Cuatro orejas en Salamanca y cuatro y un rabo en Murcia
Cuatro orejas pasearía en Salamanca tras desorejar a sendos animales de Sánchez y Sánchez. Así lo contamos:
Le costó a Ventura encelar al segundo de la tarde, al que solo castigó con un rejón. Tremenda conexión del rejoneador con el público, que esperaba su regreso desde hace tiempo. Llena la escena Ventura en todo lo que hace, clavando además con ajuste montando a ‘Nómada’ y ‘Ciado’. Puso todo de su parte el rejoneador frente a un toro de Sánchez y Sánchez más parado y que siempre midió mucho. El cénit de la faena de Ventura fue un par a dos manos a lomos de «Bronce», un caballo espectacular, al que quitó la cabezada. Clavó tres rosas con Guadiana antes de finiquitar a «Velero» de un rejonazo de efecto inmediato. La plaza fue un clamor y cortó dos orejas.
No estuvo acertado Ventura con el rejón de castigo en el quinto, que se paró más pronto que sus hermanos. Montando a ‘Conguito’, un caballo con una expresividad bárbara, remontó el vuelo de la faena, arriesgando y poniendo todo de su parte. Con el toro totalmente apagado y aquerenciado, Ventura calentó a los tendidos con un final montando a ‘Guadiana’ para clavar tres cortas al violín y otro par a dos manos. Certero en el rejonazo final, paseó otras dos orejas.
En Murcia sería cuatro orejas y un rabo a tres toros de Los Espartales, destacando su extraordinaria faena al segundo de la tarde: «Diego Ventura comenzó montando a Velasquez. Comenzó a hacer vibrar al público con las banderillas. La faena fue a más abrochándola con Bronce y sus llamativos gestos hacia al toro que volvieron loca a la parroquia. Unas rosas precedieron al fulminante rejón y las dos orejas y el rabo fueron a parar a sus manos«.
Zaragoza y otra tarde de máxima figura en un coso de primera
El 13 de octubre era la fecha elegida para su último paseíllo en una plaza de primera categoría, una tarde donde compartiría cartel junto a Andy Cartagena y Duarte Fernandes. Una oreja pasearía del segundo, perdiendo premio del complejo quinto tras una faena de enorme mérito. Así lo narramos:
Con Quirico saludó al segundo Diego Ventura en los medios y clavó el rejón de muerte a otro ejemplar sin empuje ni trasmisión de inicio. Diego lo citó, lo quebró y deleitó al público maño en una faena de máxima entrega. Dejó momentos de suma emoción de galope a dos pistas, y cabalgando con Nómada dejó la firma Ventura, tapando la poca clase del contrincante. Con Bronce puso banderillas sin cabezada y levantó al respetable de los asientos, poniendo cortas con Guadiana. Pinchazo y medio rejón de muerte que sirvió. Petición de oreja concedida.
Una corrida de Victorino como colofón a una temporada que finalizaría en Alba de Tormes
El sábado 19 de octubre era otra de las citas que el aficionado tenía marcado en rojo, una corrida donde Diego Ventura se volvería anunciar con ejemplares de Victorino Martín tras aquella tarde en Mérida donde paseó un rabo. Festejo televisado por OneToro y Canal Sur que a la postre resultó triunfal con la salida en hombros del mencionado Ventura, Curro Díaz, De Justo, y Victorino Martín. Así lo narramos:
Dos rejones de castigo clavó Diego Ventura, ambos cuarteando por el pitón derecho con gran torería, en el recibo al primero de la tarde. Ajustó el rejoneador portugués en banderillas, basando este tercio en las cercanías, firmando quiebros ajustados en tablas que llegaron con mucha fuerza arriba. Desató la locura Ventura con las banderillas cortas, clavando tres al violín, para después hacer lo propio con las rosas. Eficaz y rápido fue el rejón de muerte que clavó el rejoneador. Dos orejas a su magisterio.
Faena de inspiración de Diego Ventura al cuarto de la tarde, al que dejó llegar a los cuartos traseros de sus caballos en el primer tercio. Ajustó el jinete luso en cada quiebro, destacando las banderillas que puso a lomos de ‘Velásquez’, ajustando, con ceñidos quiebros. Cerró la faena clavando tres banderillas cortas al violín, al igual que en su primero, antes de cerrar la faena con tres rosas sobre ‘Guadiana’. Falló en dos ocasiones con el rejón de muerte, lo que redujo el premio a un apéndice.
Tres orejas pasearía el 20 de octubre de dos animales del hierro sevillano de Murube en una tarde donde le acompañarían a hombros el cacereño Emilio de Justo y el joven Ismael Martín, quien resultaría el triunfador de la tarde paseando cuatro orejas y un rabo de su lote de Montalvo.