Ya contamos en más de una ocasión en este medio que los toros bravos son unos de los animales más misteriosos que existen por los secretos que entrañan su cría y por los comportamientos que tiene en el campo. El pasar largos periodos de tiempo junto a ellos ayuda a conocer sus reacciones, ese tipo de comportamiento que puede provocar situaciones de tensión. Por todo ello hay que ir educando a los animales desde que son pequeños, son muy inteligentes y si te ganan la partida o cogen una determinada manía es muy difícil cambiarla cuando llegan a la edad adulta.
España viene sufriendo desde la madrugada del pasado martes un episodio de lluvias que ha regado nuestra piel de toro de norte a sur y de este a oeste, esas que han caído de forma importante, pero no torrencial, en algunos sitios, y con mayor virulencia en otros. Este medio ha tratado en varias ocasiones como es el comportamiento de este animal cuando hay cambios de tiempo, fruto de ello fue la llamada a dos veterinarios que tienen un hilo directo con el animal bravo prácticamente a diario.
“El toro es muy sensible, fíjate, que prevé los cambios de presión días antes de que nos pasen, debido a que es un animal poco sociable y con jerarquías poco estables, lo que le hace emprender una lucha por la dominancia”, comentó a este medio Julio Fernández. Como ya contamos en más de una ocasión el animal bravo es muy sensible, afectándole de forma directa los cambios de tiempo. “Este tipo de animales, cuando prevé lluvia o cambia el viento, están más revoltosos” nos confirmaba Macarena Gallego, ganadera y también veterinaria.
“Cada vez que cambia el tiempo, el ganadero se echa a temblar” nos volvía a recalcar Julio. “El toro es un animal muy sensible, fíjate que prevé los cambios de presión días antes de que nos pasen, debido a que es un animal poco sociable y con jerarquías poco estables, lo que le hace emprender una lucha por la dominancia” explicaba. Por todo ello es importante conocer los dos sonidos que emite el toro para saber si estos barruntan batalla o no.
Cuando un animal bravo pita, suele ser el barrunto del levante, la lluvia o el desplome del calor, pero cuando brama es que está buscando pelea. Son dos sonidos que la gente del campo conoce perfectamente, siendo estas personas que conviven con el animal bravo casi 365 días al año, de ahí que sepan aquello que deben hacer en cada momento. Como ya contamos en alguna ocasión la voz del mayoral hace mucho. A estos le conocen por su olor, por el tono de su voz, y eso sin duda ayuda para que no se alteren, evitando así que las peleas puedan provocar perdidas irreparables en la camada.
Son momentos de incertidumbre, el toro se vuelve irascible, a los animales les cambia el humor, su carácter se vuelve más agrio, algo que provoca que a la mínima puedan arrancarse contra un caballista o comenzar una pelea que acabe con alguno de ellos en la lona. Temporales como el que estamos viviendo estos días provocan esas temidas peleas, luchas que, en muchos casos, duran un largo espacio de tiempo, decantándose en multitud de ocasiones cuando entra un tercero que acaba por decantar la batalla hacia uno u otro lado.