La utilización perversa de una catástrofe de proporciones descomunales en la que la Comunidad Valenciana es el epicentro de la magnitud de la tragedia, ha convocado a toda la carroña política y mediática para que sus portavoces habituales y las redes sociales como instrumento de difusión masiva lleven a la tauromaquia a la diana de sus obsesiones.
Y no lo hacen solo por maldad sino con coartadas espurias a las que dan munición las torpezas- valga el eufemismo- del propio sector taurino agarrado del brazo de instituciones y administraciones públicas que con indisimulado descaro utilizan e instrumentalizan el toreo con prebendas y lisonjas.
Tertulianos adscritos a “la izquierda”, “intelectuales progresistas”, tuiteros varios, tiran de hechos y números para hacer de los taurinos cómplices de un desastre que ha convulsionado al Mundo entero.
Resulta, por ejemplo, que el Gobierno de la Comunidad Valenciana, ahora solo en manos del PP pero configurado en su día junto a VOX, eliminó a los cuatro meses de su llegada al poder la Unidad de Emergencias al tiempo que incluía una partida para la tauromaquia, y ahora, la Comunidad de Madrid acaba de anunciar que incluirá en sus Presupuestos de 2025 1,7 millones a la Fundación Toro de Lidia para organizar la Copa Chenel y los distintos certámenes de novilladas con y sin picadores. Podría parecer una provocación, dadas las circunstancias en las que los datos han salido a la luz, con una tragedia de tal magnitud.
Ahora bien, el toreo tiene un problema de credibilidad que no se resuelve desde los parámetros habituales que proclaman su grandeza, su historia o su impacto cultural sino liberándose de los abrazos de oso de esos que solo buscan rédito electoral y, si te he visto, no me acuerdo.
Y, en lo que a la tragedia provocada por la destructora DANA concierne, el toreo todo debería volver a proclamar como en tantas ocasiones similares ha hecho, los valores que le son propios y la solidaridad por bandera: uno o muchos festivales taurinos en plazas de toda la geografía española, Barcelona- si, Barcelona- incluida.