En las últimas fechas varios han sido los cambios de apoderados que se han ido produciendo tanto en la parte alta del escalafón como en la media y la baja. Nuevos retos e ilusiones de cara a una campaña de 2025 donde muchos esperan contar con esas oportunidades que vienen ganándose tarde tras tarde en los ruedos. Uno de ellos es el salmantino Damián Castaño, diestro con un concepto del toreo muy del gusto de los aficionados, un matador de toros que ya ha dado serios golpes de atención en cosos de España y Francia con corridas «duras».
Tras finalizar su vinculación con Andrés Sánchez ha encontrado en Manolo Sánchez (10 de julio de 1971) a ese hombre que le consiga abrir las puertas de esas plazas donde se ganó el poder estar anunciado esta campaña. El matador de toros vallisoletano siempre se ha caracterizado por apostar por espadas con un sello muy particular, un hombre que recientemente se desvinculó de la carrera de Mario Navas, uno de los jóvenes con mayor futuro del escalafón.
Una vinculación que ilusiona a ambos, dos toreros que se han unido para intentar asentar en las ferias a un matador de toros con unas cualidades que siempre ha tenido pero que no siempre ha sabido mostrar con regularidad. Fue tras la pandemia cuando Castaño consiguió poco a poco meter la cabeza a base de tener las cosas muy claras. Como decía Juan José Padilla «el banquillo te curte o te pudre» y a Damián le ha pasado lo primero, de ahí que muchos sean los aficionados que tienen puesta sus miras en él.
Sánchez sabe lo dura que es esta profesión, la ha vivido en sus carnes, de ahí que sus consejos se cimienten sobre unas experiencias personales. Su irrupción como novillero le valió para estar presente en las plazas de mayor pedigrí, triunfando y dejando su sello en cosos como Las Ventas, coso donde salió dos veces por la puerta grande. Roberto Domínguez y Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ le dieron la alternativa el 22 de septiembre de 1992 en su ciudad natal, confirmando la misma el 12 de mayo de 1993 de manos de José María Manzanares y Fernando Cepeda.
Durante su carrera ha cosechado tardes de gran éxito y otras donde este no acabó de llegar, imposibilitando esto que su carrera no acabara de asentarse como él esperaba. Tras cerca de veinte de temporadas como matador de toros y numerosos éxitos en su haber decidía decir adiós a su profesión, esa que ha sido su vida y a la que está muy vinculado. «Me da pena el adiós pero todo tiene un final» declaró a los compañeros de La Razón tras anunciar su última temporada en los ruedos.
Pese a tener la intención de trenzar el paseíllo una veintena de tardes, este 2011 se saldó únicamente con cinco paseíllos, haciendo doblete en Valladolid durante los meses de mayo y septiembre. Luego vendrían Salamanca, Majados y finalmente Ávila, coso donde cortaría una oreja a cada uno de los toros de Los Bayones que le cupieron en suerte. María del Carmen Camacho, el Torreón, el Ventorrillo y Adelaida Rodríguez fueron los hierros restantes de una breve pero emotiva última campaña en los ruedos.
También es veedor de la Casa Chopera
Aunque volvió a su plaza para una sola tarde en 2017 en un mano a mano con Enrique Ponce, Manolo Sánchez ha vinculado su etapa laboral fuera de los ruedos a la Casa Chopera (BMF) como veedor en plazas como Salamanca, Logroño, San Sebastián o Bilbao, función que también ha ejercido durante años para el matador de toros peruano Andrés Roca Rey. Pero esta no ha sido su única función, asesorando a Toñete mientras éste estuvo en activo. Ahora llevará la carrera de un interesante espada que ha puesto en sus manos el devenir de su carrera.