El toreo caro de Borja Jiménez caló el pasado domingo en su confirmación en La México a pesar de la espada.
Extraordinario fue el recibo capotero de Borja Jiménez al primero, un toro de San Constantino de mucha caja, “Triunfador” de nombre, al que dejó verónicas de poder el sevillano, siempre ganando el paso y llevando toreando largo de capa al animal. Buena la media. Empujó en la primera vara, que midió Tito Sandoval. Muy ajustadas las chicuelinas del quite, con un torero asentado, cuyo toreo caló en el tendido de Insurgentes. Tras el tercio de banderillas y la ceremonia de confirmación de alternativa, brindó al tendido el de Espartinas, que dejó un torerísimo inicio de faena con dos cambios de mano y una trinchera de mucho gusto. La primera serie, por la derecha, fue medida en muletazos pero intensa en calidad ante un toro que embistió con clase; a punto estuvo de herirlo en la siguiente serie, pero lo cuajó al natural, antes de que se apagase el astado de Corona, y Jiménez lo exprimiese por circulares y ceñidas luquecinas. Desafortunadamente, dejó varios pinchazos que evitaron el posible doble premio. Palmas.
El segundo del lote de Borja Jiménez fue un toro al que dejó verónicas a pies juntos y de mano baja el sevillano, y luego, cuando el toro salió más suelto, anduvo variado, dejando chicuelinas y una revolera que llegó arriba. Ya marcó la mansedumbre el animal en ese inicio y tras salir de las varas. Fue imposible banderillear al toro, ya que el animal cortaba y complicaba mucho la suerte. Toro con movilidad, que brindó a Juan Pablo Corona, y al que dejó un inicio por cambiados por la espalda que llegaron con fuerza arriba. Fue exigente el toro, y Borja Jiménez cuajó una segunda gran serie por el derecho. Faena aguerrida, a un toro al que había que poder, y lo consiguió el sevillano. No obstante, el acero impidió el triunfo. En la suerte de recibir dejó una media estocada un punto trasera y tendida y no acertó con el descabello. Vuelta al ruedo.