Desde hace algún tiempo Cultoro viene poniendo el foco en distintas fincas ganaderas o hierros que salen a la venta por diversos motivos, esos que se convierten en un caramelo para aquellos que desean invertir y probar suerte en este mundo del toro. Hierros como el de Juan José González, Hernández Pla o Pérez de la Concha ya tienen nuevos propietarios que empiezan un nuevo proyecto ganadero con simiente Domecq, Santa Coloma-Buendía y Núñez.
Pero más allá del boato que da un hierro de primera fila comprado por subasta, hay un ramillete de ganaderos menos conocidos han cumplido el sueño de ser criadores de bravo. Este es el caso de Sara Palacios, joven ganadera sevillana que hace poco más de un año apostó por este animal con la adquisición de animales comprados a Juan Puerta y Juan Pedro Domecq. Sin hacer ruido empezó a trabajar con las cabezas que había adquirido en una finca ‘La Capitana’, una explotación ganadera de unas 180 hectáreas situada en Arroyo de la Plata. Tras un tiempo en ella surgió la oportunidad de trasladarse a una finca en Sanlúcar la Mayor, lugar donde actualmente está enclavada la vacada.
Hasta esta zona cercana a la capital hispalense se vino esta ganadera de nuevo cuño oriunda de Coria del Río, una joven de menos de 20 años que se echó al monte para hacerse ganadera de bravo. Para conocer un poco más su historia quisimos descolgar el teléfono y hablar directamente con ella, saber que le había llevado a dar este paso, como vive el día a día de la ganadería y los objetivos que se marca a medio y corto plazo.
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Sara Palacios, una joven sin antecedentes en la ganadería brava
PREGUNTA. ¿Por qué se hace ganadera? ¿Tiene antecedentes en la familia?
RESPUESTA. Me hago ganadera porque desde pequeña me ha llamado muchísimo la atención este mundo, lo he sentido y vivido con una pasión especial. Hace unos años me lo estuve replanteando hasta que lo pude hacer. Antecedentes de ganaderos como tal no tengo en la familia, pero sí de este mundo, mi padre Leonardo Palacios que es banderillero en activo.
P. ¿Cuándo da los primeros pasos para emprender este sueño como ganadera?
R. Pues todo empieza cuando tenía unos 16/17 años, momento en el que decido emprender este camino y ponerme a trabajar para ahorrar y poderme comprar la primera punta de vacas con el semental. Después de esto es con 19 años recién cumplidos cuando me saco el hierro de la ganadería en la Asociación de Lidia, exactamente entre el mes de junio y julio de 2023. Este fue un paso importante porque ya pertenecía de pleno derecho a un grupo asociado de ganaderos.
P. Una vez se decide a comenzar este proyecto ¿Dónde acude a busca el ganado? ¿Existía una vinculación con esos criadores de bravo?
R. Cuando doy el paso empezamos a buscar ganado y finalmente fuimos a la ganadería de Juan Puerta que tenía Juan Pedro Domecq y Astolfi y fue aquí donde compré las primeras vacas y el semental. Yo había asistido a varios tentaderos suyos y me gustaba bastante cómo salían los animales y además tenía ese encaste que yo estaba buscando. Más tarde incorporamos vacas de La Campana que también es encastre Domecq. Respecto a la vinculación que me preguntas, mi padre es amigo suyo, es una casa a la que le tenemos cariño, todo cuadraba.
P. Tras la compra del ganado te los llevas a una finca no muy grande, pero ideal para el número de animales que pastan en la ganadería situada en Almadén de la Plata, explotación que luego abandonáis para iros a Sanlúcar la Mayor.
R. Así es. Actualmente ya no nos encontramos en la finca situada en Arroyo de la Plata, ahora estamos en una finca donde tenemos todas las instalaciones necesarias para la crianza del ganado bravo. El día a día allí es siempre de trabajo constante y un no parar en el día a día, pero eso es bueno, es señal de que todo va para delante. Tanto mi padre como yo estamos convencidos que es la finca ideal para el proyecto que tenemos entre manos, estamos muy contentos del cambio.
«Mi sueño como ganadera es poder lidiar en plazas importantes»
P. El primer herradero siempre es especial al igual que el primer tentadero, estos se realizan en la propia finca o todavía no tiene la infraestructura suficiente para ello.
R. Ahora en Sanlúcar sí que hemos empezado a hacer los tentaderos en la finca al tener plaza de tientas. Los herraderos cuando estábamos en Arroyo de la Plata lo hicimos allí y ahora se hacen en esta sin problema. Los primeros pasos siempre son bonitos, es el bautismo de la ganadería, son momentos muy especiales para todos los que estamos en este proyecto.
P. Entiendo que hay que ir paso a paso, pero ¿qué objetivos te marcas a medio plazo? ¿Cuál es su sueño como ganadera?
R. Exacto, hay que ir paso a paso pero el objetivo que me marco es poder empezar a lidiar pronto en alguna que otra plaza para poder dar a conocer a la ganadería. Mi sueño como ganadera es poder lidiar en plazas importantes, pero soy consciente que esto puede llevar un largo periodo de tiempo y no tengo problema en esperar hasta que ojalá se cumpla ese sueño que tuve desde que me picó este veneno. Ojalá podamos alcanzarlo.
P. Desde el desconocimiento se dice que los jóvenes ya no se interesan por los toros ¿qué opinas sobre eso?
R. Sí que hay muchísimos jóvenes que hoy en día están interesados por el toro y las plazas muchas veces están llena de gente joven, entonces quiere decir que hay cierto interés por este mundo. Para ponerte un ejemplo este año en el herradero hemos hecho una visita a la ganadería a la cual han venido personas de diferentes edades pero entre ella muchas personas jóvenes.
P. También se tilda de machista a la fiesta de los toros; tú eres mujer y ganadera, algo tendrás que decir al respecto.
R. Siempre se ha dicho que es un mundo «machista» pero siempre hay que intentarlo. Yo trabajo día a día en el campo, no me siento ni más ni menos que nadie, el toro no entiende de mujeres y hombres, de ahí que no me preocupe de pensar esas cosas.