PAMPLONA

El toro de Cebada Gago que se partió un pitón en el encierro de Pamplona: una de las imágenes del año (y el final del astado)


martes 31 diciembre, 2024

Su caída en la curva de Mercaderes con Estafeta lo dejó inutilizado para la lidia, dejando una de las imágenes más impactantes del año.

Cebada Gago
Toro de Cebada Gago. © J. J. Diago

Con la temporada terminada y a la espera del comienzo de la venidera es momento de hacer balance sobre una campaña donde el número de espectáculos dista mucho de aquellos años de estancamiento y reducción de ferias. 2024 se ha saldado con unos números esperanzadores, esos donde el aficionado ha cumplido con su papel al acudir en masa a determinadas plazas donde la cartelería era más que atractiva.

Como es lógico los carteles con nombres menos conocidos para el gran público y las novilladas han tenido unas entradas más discretas, por todo ello es importante revisar los costes de los espectáculos menores y hacerlos más tractivos económicamente para aquellos empresarios que apuestan por el futuro de la fiesta. Cosos como Pamplona dan apertura a su abono con una novillada y un festejo del arte del rejoneo antes de una semana completa de corridas de toros.

Una plaza que goza de gran salud y que año tras año marca el camino para otras que sueñan con ver sus tendidos llenos. Pamplona lleva años poniendo el “No hay localidades” prácticamente todos los días, y esto se debe a una atractiva política de precios, facilidad para el abonado y un espectáculo donde prima el toro. La MECA no es amiga de cambios radicales de ahí que llevemos varios años donde hay poca novedad respecto a los hierros que se anuncian.

La presencia de los toros de Cebada Gago son un reclamo para ese aficionado que gusta de ver este tipo de toro tanto en el encierro matinal como en la corrida vespertina. Una ganadería afincada en tierras de Medina Sidonia, una finca ‘La Zorrera’ desde donde partieron los astados marcados a fuego con los dos hierros de la casa. Este año se vivieron momentos de tensión y mucho peligro por la velocidad llevada a cabo por los astados de esta casa ganadera, sin ir más lejos uno de ellos resbaló en la curva de Mercaderes con Estafeta rompiéndose por la cepa -sin acabar de partirse totalmente- el pitón izquierdo y atrapando en su caída a unos de los correderos que iba junto a los animales en ese tramo del citado encierro.

Una vez en los corrales del coso navarro los veterinarios rechazaron el animal al no poder lidiarse un astado por el pitón partido, de ahí que este tuviera que ser reemplazado uno de los tres astados de la casa que se habían quedado sin correr el encierro esa mañana. En esta ocasión no fue apuntillado como sí ocurre en otras ocasiones, volviendo a la finca junto a esos hermanos que se habían quedado como sobreros, lugar donde con casi total seguridad se metería en la plaza para tentarlo como semental al no poder darle salida en el mercado.