Compromiso y cabeza. Dos virtudes que siempre han ido intrínsecas en la carrera de un Curro Díaz que, de nuevo, vuelve a los orígenes: vuelve a los pueblos precisamente por ese compromiso con el aficionado en estos momentos críticos para el sector pero con la cabeza de la lógica y el respeto por un espectáculo íntegro. Y es que a estas alturas, con dos puertas grandes y un buen carro de orejas cortadas en Madrid, nadie va a descubrir a un torero como Curro, pero es precisamente su vuelta a los pueblos la que que hace grande su actitud en este momento de la historia del toreo.
«Espero que esto se solucione de mitad de temporada en adelante», dice esperando el clarinazo del próximo sábado en Herencia, donde compartirá cartel con dos jóvenes como Andrés Palacios y Fernando Tendero. «El año pasado también lo echamos para adelante y, dentro de lo poco que hubo, fui de los que más toreé», pone en valor el linarense.
Su toreo de muletazo corto pero intenso y desmayo siempre ha hecho que sea un torero, si no de religión, sí seguido por muchos aficionados: «Toreros como yo tenemos que torear y que exponernos para que no se apague la llama en el aficionado. Esto tiene que funcionar de la forma que sea, pero siempre con la dignidad y con la integridad que debe tener el espectáculo. Nunca hay que perder la seriedad», defiende Curro.
«Donde no te inviten a comer tampoco puedes estar dolido por no estar presente»
Le preguntamos por Jaén, donde habrá toros el próximo sábado, y por Sevilla, que ya ha presentado su abono. En ambas plazas, andaluzas y muy cercanas a donde hace su vida diaria -además de ruedos en los que ha toreado con asiduidad en su carrera- no estará. «Donde no te inviten a comer tampoco puedes estar dolido por no estar presente; lógicamente te gustaría estar anunciado en los carteles de Sevilla sobre todo, pero no ha podido ser…», lamenta el jiennense. «La Maestranza, además, siempre ha sido una plaza dura empresarialmente para mí. El cariño de la gente ha ido por un lado y el cariño empresarial ha ido por otro. Sólo puedo decir que espero torear como yo siento muy pronto allí», añade Díaz.
Asimismo, el veterano diestro vuelve a incidir en la importancia de que se expongan los toreros en los pueblos: «No podemos permitir que se sigan llevando los animales al matadero o que se toreen en la soledad del campo corridas de toros enteras. Espero que este año, con las vacunas, se pueda dar la mitad de temporada hacia adelante. Soy positivo, dentro de la realidad que tenemos, pero positivo«, concluye el torero.