ANECDOTARIO

La peculiar (y bella) historia de ‘Larita’, el fiel mozo de espadas de Andrés Roca Rey


viernes 18 abril, 2025

Se trata de un mozo de espadas cordobés que se colocó con Andrés cuando este todavía era novillero sin picadores y, desde entonces, han cuajado una relación casi familiar.

Roca Rey
"Larita" en una tarde junto a Roca Rey en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Durante la historia del toreo muchos han sido los fieles escuderos que han acompañado a figuras del toreo en sus periplos por América y en sus temporadas a este lado del charco. Son personajes de máxima confianza para el matador de toros de turno que con el tiempo llegaron a forjar una gran amistad con aquel que se jugaba la vida cada tarde. Banderilleros, mozos de espadas, ayudas, asesores artísticos… Muchos dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, que el toreo que vivieron nuestros padres y abuelos es totalmente distinto a ese que tenemos hoy el día.

Pero hoy en día pese a ser las cosas muy distintas a aquellas de hace lustros existen todavía hombres que son fieles a una forma de ser, gente de palabra que se desvive por aquel que les dio la oportunidad de labrarse su futuro entre capotes, muletas y traje de luces. Este es el caso de Manuel Lara “Larita” mozo de espadas de Andrés Roca Rey, ese que siempre soñó con ser matador de toros pero que no consiguió alcanzar aquellas metas que se había propuesto.

Roca Rey
«Larita» en una tarde junto a Roca Rey en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Su amor por el toro bravo le llevó muy de niño a querer ser torero, comenzando a ir a sus primeros tentaderos junto a su amigo Iván de Aguilar, con el que compartió “tapia” en numerosos tentaderos. Pero el infortunio le hizo cambiar de parecer tras una tarde en Lucena, esa donde un animal bravo le partió el brazo y le hizo ver de forma cristalina la realidad. Tras colgar los trastos no abandonaría el mundo de los toros al convertirse en ayuda de mozo de espadas de los chavales de la Escuela Taurina de Córdoba.

Con el tiempo daría un paso más al ser llamado por algunos novilleros cordobeses, primer paso antes de recalar en la cuadrilla del extremeño -aunque nacido en Jerez de la Frontera- Ginés Marín. Su gran oportunidad le vino tras la llamada de Andrés Roca Rey en agosto de 2015 momento en el que este era todavía novillero con caballos. Una historia que pese a llegar por casualidad venía de la mano de un movimiento clave por parte de Larita.

Roca Rey
Roca Rey. © Eduardo Porcuna

“Yo me había comprado una furgoneta como inversión al ver que muchos novilleros y toreros no tenían vehículos para los desplazamientos. En la festividad del 15 de agosto, como todo el mundo estaba instalado y no había libres ni furgonetas, me contrata para ir a Francia un novillero llamado Andrés Roca Rey” explicó este en el blog La Montera de Ladis. Pero su vida cambia cuando para sorpresa de todos el mozo de espadas del peruano no se presenta -estaba indispuesto- abriéndose una puerta inesperada para él.

En Francia hago yo de mozo de espadas. Después torea varias tardes donde voy junto a él, entonces unos días después el propio Andrés me llama para decirme que quiere que me coloque con él en su cuadrilla”. Una noticia que cambió la vida de un mozo de espadas que también ha ido de la mano de un puñado de matadores de toros y novilleros como: Alejandro Talavante, Curro Jiménez, Julio Benítez “El Cordobés”, Javier Antón, Antonio Ferrera, José Garrido, El Cid, Lama de Góngora, Ginés Marín o Lagartijo entre otros.

Roca Rey
Roca Rey antes de un paseíllo el pasado verano. © Jokin Niño