Con 21 años de alternativa en los que ha dignificado al toro y a la profesión cada vez que se ha vestido de luces, Francisco Javier Sánchez Vara se ha ganado a pulso el cariño y el respeto de la afición. Los contratos, en el toro, ya son otra historia porque a veces la memoria es corta y toreros como él tienen que jugarse el tipo cada tarde para volver a dar un toque de atención y reafirmar que quieren seguir estando en los carteles. Sin ir más lejos, hace unas semanas, el diestro alcarreño protagonizó uno de los acontecimientos de la temporada, la vuelta a los ruedos de los toros de Casta Navarra en Céret. Y es que, pese a llevar 20 años demostrando día a día lo que es capaz de hacer como torero, el toro no perdona. No se puede subir el pie del acelerador ni un segundo si se quiere seguir en esto.
La nueva temporada va despertando poco a poco del letargo pandémico y toreros como Sánchez Vara van teniendo de nuevo cada vez más oportunidades en los carteles. El de Guadalajara ha podido torear dos de los tres últimos fines de semana. El pasado sábado cortó una oreja en Jadraque en la corrida de Marqués del Quintanar.
Dos semanas antes, había sido protagonista de una de las citas más esperadas de la temporada, la corrida de Reta de Casta Navarra en Céret, que supuso la vuelta a la arena de una de las castas fundacionales del toro de lidia. «La de Reta fue una corrida de las extraduras. No regaló nada y hubo que lidiar sobre las piernas en alguna ocasión. Tuve la suerte que me tocó uno de los toros que más se dejaron y le pude pegar tres tandas a las que la gente respondió. La corrida fue muy difícil, con algunos animales cerca de los siete años, pero a mí me ha servido mucho» explica.
«La corrida de Céret fue terrorífica, pero sabía que si me embestía un toro podía llamar la atención y tener opción de ocupar un puesto en las grandes ferias en este tipo de corridas duras»
Sánchez Vara es consciente de la repercusión que tuvo la tarde de Céret y sabe que desde entonces, la afición ha hablado y mucho de lo que pasó allí. «Sabía que era una corrida terrorífica, pero que si me embestía un toro me iba a servir para llamar la atención y tener opción de ocupar un puesto en las grandes ferias en este tipo de corridas más duras» señala.
La temporada para Sánchez Vara continúa este fin de semana con un doble compromiso. El sábado se vestirá de corto para torear un festival en Villacañas junto a Raúl Rivera y el novillero sin caballos Miguel Serano. «En Villacañas pude salir a hombros en 2019, es un sitio muy bonito con una afición extraordinaria y torerista. Este año ya pude torear un festival con Raúl en su pueblo, en Yeles, y salió una cosa bonita. Además, sobre el papel los novillos de La Olivilla deben embestir, por lo que todo apunta a que podamos dar una bonita tarde de toros».
Ya el domingo, Sánchez Vara tendrá que torear una de las suyas, se medirá a los míticos Pablo Romeros de Partido de Resina en la localidad de Pedro Muñoz. «Es un cartel de tres toreros que necesitamos triunfar como Esaú Fernández y Javier Herrero, es televisada y será complicada, pero saldré a cortar las orejas» cuenta a CULTORO.
«En las corridas duras, si las cosas salen mal el castigo es severo, pero si salen bien, el premio no es nada del otro mundo»
El diestro reflexiona sobre sus 21 años como matador de toros, desde que tomara la alternativa en el año 2000 y se muestra con ganas de seguir en el toro para rato. «Nunca pensé que estaría en esto más de veinte años. Al principio, te vas marcando las metas poco a poco y ves que se van cumpliendo. Me preparo mucho y vivo para mi profesión, por lo que, mientras que el cuerpo aguante, voy a seguir. En estas corridas duras que mato si las cosas mal el castigo es severo, pero si las cosas salen bien el premio no es nada del otro mundo, por eso hay que pelear mucho, no aburrirse y ser un enamorado de la profesión».
«El toreo está ahora más vivo que nunca y el próximo año todo volverá a la plena normalidad»
Sobre la situación actual, Francisco Javier es optimista y es de lo que piensan que la afición está despertando en estos momentos tan duros. «Pese a todo, se están dando toros incluso en algunos sitios en los que no había. Yo creo que la afición ha despertado. Es cierto que durante todos estos meses de pandemia, el toreo se ha mantenido vivo gracias a los pueblos. Ahora, todos tenemos que hacer un esfuerzo para recuperar todos los festejos, incluidos los de las plazas de primera» señala un Sánchez Vara convencido de que «el toreo está ahora más vivo que nunca» y de que «el próximo año todo volverá la plena normalidad».
FOTOS: EUSEBIO SÁNCHEZ, MURIEL HAAZ Y MARTA TEJERA.