Arles celebraba, esta tarde, el cierre de su Feria de Pascua con una corrida de toros de Virgen María para Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Fernando Adrián. A las cuatro y media de la tarde arrancaba el paseíllo.
Faena técnica y pulcra de Perera al flojo primero

El primer toro, para Miguel Ángel Perera, negro mulato, nacido en octubre de 2020, fue un animal astifino y serio, que se defendió en los engaños y sólo pudo lidiarlo de salida. Empujó el toro en el caballo en los dos puyazos y lo cuidó Perera, porque estaba falto de fuerza. Inició la faena doblando el toro por abajo; faena técnica del extremeño con un animal que se defendió cuando le bajaba la mano. Poder y confianza del torero, que dejó tandas buenas por ambos lados, la mejor serie por la mano zurda. Remató obra por manoletinas, y dejó un pinchazo y un espadazo un punto caído. Ovación tras aviso.
La entrega de Ureña se topa con otro flojo segundo

El segundo toro, número 22, negro mulato, fue otro toro bajo pero bizco de pitones. Lo lidió hasta los medios Paco Ureña; de nuevo empujó correctamente el toro en el caballo, pero lo cuidó el murciano en el jaco. Muy ajustado fue el quite de Fernando Adrián por saltilleras. Muy flojo el toro en la muleta, perdiendo las manos varias veces; lo intentó con tandas suaves a media altura, pero fue imposible conectar. Remató de dos pinchazos y espadazo caído. Silencio tras aviso.
Un pinchazo deja en una oreja una importante y firme faena de Fernando Adrián al buen tercero

El número 1 llevaba en el costado el tercero, colorado, serio y cuajado, un toro hecho al que dejó tres verónicas a pies juntos de mucho calado Adrián; echó la cara arriba en el caballo de Adrián Majadas y luego Roberto Blanco anduvo correcto en el capote lidiador. Por péndulos inició su obra el madrileño, que fue componiendo una faena de mucha firmeza ante un toro noble, con recorrido y humillación. Importante la segunda serie por la derecha, profunda y por abajo. Muy bien Adrián, enganchando de atrás hacia adelante al animal. Por el lado zurdo, el toro se defendía mucho más y era más incierto, por lo que volvió de nuevo a la diestra el madrileño. Importante también en el arrimón final, cuando el toro ya tenía menos viaje, y las bernadinas. Lástima el primer pinchazo, en el que se tiró, pero el toro no le ayudó nada; a la segunda, dejó una media estocada y cortó una oreja.
Perera pincha una faena de profundidad a otro buen cuarto

El cuarto toro, número 49, de 545 kilos, de diciembre de 2020, fue otro toro serio y bien cuajado, al que saludó con varias verónicas genuflexas de buen son Perera, y al que no castigó en el caballo para nada. Remató el tercio con cuatro tafalleras. Inició faena en los medios, de rodillas, con dos pases cambiados, y aprovechó el buen galope del de Virgen María. Las dos primeras series por la derecha de Perera fueron profundas, con temple, cadencia y humillación; lo intentó sobre el izquierdo, pero el toro no tenía el mismo ritmo ni la misma humillación. De nuevo a diestras, siguió la intensidad de la faena. Y remató por circulares el trasteo en la corta distancia y un final por luquecinas. Lo pinchó dos veces y enterró a la tercera el acero, perdiendo premio. Vuelta tras dos avisos.
Ureña se estrella contra el imposible quinto

El quinto toro, de septiembre de 2019, de 520 kilos, fue un astado bajo pero con poco cuello. No dijo nada en el primer tercio. Sufrió un batacazo en la primera vara el picador. Toro noble, pero muy flojo y muy soso. Lo intentó Ureña haciendo las cosas bien, pero era tarea imposible ante un toro deslucido. Silencio tras aviso.
Adrián cuaja al gran sexto y lo desoreja

Serio, bajo, pero de amplia cuerna y muy astifino era el sexto, número 38, cinqueño, animal con codicia de inicio, que le embistió por abajo a las limpias verónicas de Fernando Adrián y una bella revolera. Muy buena primera vara de Alberto Sandoval, en el sitio, levantando el palo cuando el toro apretaba, y también correcta fue la segunda, aplaudida por el tendido. Brindó Adrián a Juan Bautista, matador de toros y empresario del coso: «Te admiro como torero», le dijo en tablas antes de irse a los mismos medios a torear asentado y limpio de rodillas al animal. También resaltó su trayectoria empresarial y su esfuerzo «para que hoy estemos aquí disfrutando en el ruedo». Se echó de rodillas en los medios, pasándose por la espalda al animal, y luego dejando una serie completa en redondo por la derecha y también de hinojos que llegó con fuerza al tendido. A sones del pasodoble La Ópera Flamenca fue construyendo el madrileño una faena compacta ante un toro con nobleza y humillación. Toro importante, que mantuvo la prontitud y la codicia, al que dejó también naturales. Toreros los ayudados por abajo, al que dejó un gran espadazo y cortó dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Arles (Francia). Última de la Feria de Pascua. Corrida de toros. Menos de media entrada.
Toros de Virgen María.
Miguel Ángel Perera, de tabaco y oro: ovación tras aviso y vuelta tras dos avisos.
Paco Ureña, de grana y oro: silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Fernando Adrián, de azul rey y oro: oreja y dos orejas.
FOTOGALERÍA: MURIEL HAAZ
