ARLES

Fernando Adrián y una tarde de toreo roto con una destacada corrida de Virgen María


lunes 21 abril, 2025

Tres orejas paseó Fernando Adrián en la tarde de su debut en el Coliseo, cuajando a sus dos toros de Virgen María, que lidió cuatro toros relevantes.

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Foto: Muriel Haaz

El número 1 llevaba en el costado el tercero, colorado, serio y cuajado, un toro hecho al que dejó tres verónicas a pies juntos de mucho calado Adrián; echó la cara arriba en el caballo de Adrián Majadas y luego Roberto Blanco anduvo correcto en el capote lidiador. Por péndulos inició su obra el madrileño, que fue componiendo una faena de mucha firmeza ante un toro noble, con recorrido y humillación. Importante la segunda serie por la derecha, profunda y por abajo. Muy bien Adrián, enganchando de atrás hacia adelante al animal. Por el lado zurdo, el toro se defendía mucho más y era más incierto, por lo que volvió de nuevo a la diestra el madrileño. Importante también en el arrimón final, cuando el toro ya tenía menos viaje, y las bernadinas. Lástima el primer pinchazo, en el que se tiró, pero el toro no le ayudó nada; a la segunda, dejó una media estocada y cortó una oreja.

Serio, bajo, pero de amplia cuerna y muy astifino era el sexto, número 38, cinqueño, animal con codicia de inicio, que le embistió por abajo a las limpias verónicas de Fernando Adrián y una bella revolera. Muy buena primera vara de Alberto Sandoval, en el sitio, levantando el palo cuando el toro apretaba, y también correcta fue la segunda, aplaudida por el tendido. Brindó Adrián a Juan Bautista, matador de toros y empresario del coso: «Te admiro como torero», le dijo en tablas antes de irse a los mismos medios a torear asentado y limpio de rodillas al animal. También resaltó su trayectoria empresarial y su esfuerzo «para que hoy estemos aquí disfrutando en el ruedo». Se echó de rodillas en los medios, pasándose por la espalda al animal, y luego dejando una serie completa en redondo por la derecha y también de hinojos que llegó con fuerza al tendido. A sones del pasodoble La Ópera Flamenca fue construyendo el madrileño una faena compacta ante un toro con nobleza y humillación. Toro importante, que mantuvo la prontitud y la codicia, al que dejó también naturales. Toreros los ayudados por abajo, al que dejó un gran espadazo y cortó dos orejas.