Adiel Armando Bolio/Fotos: Emilio Méndez
La genialidad, el arrebato y la inspiración de un matador de toros como el balear Antonio Ferrera, todo un torero “orquesta”, porque lo mismo oficia con sus peculiares capotes de seda, que se sube al caballo para picar, que clava banderillas de forma espectacular, que con la muleta cuaja faenas inimaginables y que tiene acierto al usar la “toledana”, ha logrado convertir el cincuentón coso Monumental de Aguascalientes en un torbellino de pasiones, este sábado 3 de mayo, durante la séptima función de la CXCVII Feria Internacional de San Marcos 2025, nada más y nada menos que, en la II Corrida de la Prensa, pues con su magia taurina logró cortar la única oreja de la tarde, ya que de haber matador como él quería, la plaza se hubiera caído, pero, le alcanzó para “tocar pelo” y, al final, se llevó el trofeo de “Prensa Mexicana”.
Sus alternantes, los locales Leo Valadez y José María Pastor estuvieron muy por encima de sus respectivos lotes, mismos que no les fueron de mucha ayuda para poder cuajar algún trasteo que los pusiera en juego.
Así que, ante más de media entrada, en tarde de agradable clima y algo de viento, se lidiaron seis toros de la dehesa aguascalentense de Santa Inés, siendo bueno el cuarto, que mereció el arrastre lento; el quinto fue regular y, los demás, aparte de acusar poca fuerza, no se prestaron en demasía para el lucimiento de sus lidiadores.
Al toro que abrió plaza, llamado “Periodista”, lo saludó Antonio Ferrera con un lance soltando una punta del capote, un recorte y la veleta, luego, bregó y terminó veroniqueando voluntarioso, además, de quitar igualmente por verónicas. El segundo tercio, a invitación de Ferrera, lo cubrieron los tres espadas del cartel para hacerse ovacionar. Con la muleta, Antonio ha realizado una faena entendida y oficiosa por ambos lados, primero, a media altura para ayudarle al toro y, después, ya con mano baja pudo hacer el toreo con ritmo, cadencia y buen trazo a un ejemplar noble, pero, falto de fuerza. Terminó de estocada caída para ser ovacionado en el tercio.
Y salió su segundo, el cuarto de la tarde, “Cronista”, un estupendo ejemplar al que Ferrera lanceó a pies juntos y, luego, por verónicas que le fueron jaleadas. De pronto, el diestro desapareció del ruedo, se fue al patio de caballos y de ahí volvió a la escena montado en un caballo de pica para encargarse él mismo del tercio de varas sin hacerlo mal, apenas abriéndole el pelo al astado y, causando grata sorpresa en la gente. Se desmontó y tomó su capote para cuajar un vistoso quite por chicuelinas y navarras. Se hizo cargo del tercio de palos haciéndolo de brillante manera para recibir gran ovación. Con la sarga, tras haber iniciado su obra taurina de hinojos por alto en tablas. Ya de pie, vino una transformación en Antonio, pues al darse cuenta del buen “socio” que tenía enfrente, hizo que lo fuera consintiendo y, así, cuidándolo, vino el desarrollo de una faena inteligente, torera, plena de magia, genialidad, inspiración, arrebato y de mucho diálogo con su antagonista, logrando series derechistas de importante calado, en el que el toreo al ralentí fue fundamental para que el diestro hiciera que aparecieran los “duendes” y, con ellos, cuajar un trasteo con aroma a “yerbabuena”. Cuando se pasó el engaño a la mano zurda, sacó de la chistera varios ramilletes de mano desmayada y con desparpajo enloquecedor. A esas alturas la plaza era un clamor y, entre gritos de ¡torero! derechazos y naturales los iba ligando de manera alternada, inundando de arte la arena de la Monumental. Hizo el toreo en redondo sin mácula y, de pronto, vino una absurda petición de indulto cuando al toro apenas y se le picó. Así lo entendió Ferrera y se tiró a matar a larga distancia para, paso a paso, ir al encuentro del toro y, aguantando, dejó una estocada a medias y acabó de descabello para que se le otorgara la oreja y al buen burel dársele arrastre lento.
Leo Valadez en sus dos toros, “Fotógrafo” y “Ensayista”, respectivamente, se dejó ver variado y más que torero en el manejo del capote. A su primero, que era noble, pero, débil, tras invitar a sus alternantes a colocar banderillas para hacerse ovacionar, le cuajó una faena de pasajes de buen toreo, con calidad y clase, por el pitón derecho y, por naturales, lo hizo con aseo y torería. Acabó de pinchazo y media estocada para ser ovacionado en el tercio. Y, en el otro, luego de hacerse cargo entre aplausos del segundo tercio, su trasteo igualmente tuvo evidente disposición y tener momentos de toreo realizado con prestancia, mando y buen trazo por los dos pitones. Concluyó de estocada trasera, contraria y atravesada para ser aplaudido.
En su lote, que llevaron los nombres de “Locutor” y “Escritor”, de manera respectiva, José María Pastor también demostró tener variedad en su repertorio capotero para hacerse aplaudir. En su primero, no fácil, tras hacerse ovacionar al lado de sus compañeros de cartel al cubrir el tercio de garapullos, su labor muleteril tuvo mérito y mucha voluntad por los dos perfiles, destacando lo que hizo por el derecho. Falló al matar y se le aplaudió el esfuerzo. Y en el que cerró el festejo, después de cubrir entre aplausos el segundo tercio, “echó toda la carne al asador” con la muleta, pero, su trasteo fue de más a menos, porque el toro así fue, empezó bien y duró poco. Aun así, el espada puso todo su esmero por cristalizar su quehacer, sin embargo, no tuvo fortuna. No atinó al matar y escuchó palmas de aliento.
Al finalizar la función, los colegas, Francisco Vargas, la doctora Dolores Sánchez y un servidor, en representación de la prensa, le hicimos entrega del trofeo “Prensa Mexicana” al matador Antonio Ferrera.
FICHA DEL FESTEJO
Aguascalientes, Aguascalientes. Séptima corrida de la CXCVII Feria Internacional de San Marcos 2025 y II Corrida de la Prensa. Coso Monumental, en su L aniversario. Entrada: Más de media en tarde de agradable clima y algo de viento.
Seis toros de Santa Inés, siendo bueno el cuarto, que mereció el arrastre lento; el quinto fue regular y, los demás, aparte de acusar poca fuerza, no se prestaron en demasía para el lucimiento de sus lidiadores.
Antonio Ferrera: Al tercio y una oreja para ganar el trofeo “Prensa Mexicana”
Leo Valadez: Al tercio y palmas.
José María Pastor: Palmas y palmas.