CAMPO BRAVO

‘Frenoso’ era nieto del legendario ‘Aldeano’ y seguirá procreando: Ricardo del Río confirma que se le cortaron las turmas


lunes 19 mayo, 2025

El ganadero madrileño habló este domingo sobre este astado al que Fernando Adrián pinchó las dos orejas el pasado viernes en Las Ventas; el ganadero, estuvo presente en el programa 'El Séptimo Toro' de Radio Intereconomía

Frenoso Toro
El toro 'Frenoso' y, a la izquierda, el ganadero. © Plaza 1 y YouTube

En el mundo del toro bravo, donde cada embestida puede marcar el nuevo rumbo de una vacada, la genética se convierte en patrimonio para aquellos ganaderos que no tienen la posibilidad de ver cómo alguno de sus excelsos animales salvan en plazas tan exigentes como Las Ventas. Debido a la imposibilidad de ver cómo un animal se gana la vida en la primera plaza del mundo al no darse casos de indultos en Madrid, muchos ganaderos optaron por extraerle los testículos a ciertos animales una vez llegan éstos al desolladero. Esta intervención permite conservar el semen del toro para su uso en inseminación artificial, garantizando que sus virtudes no se pierdan con tras su muerte en el ruedo.

La inseminación artificial, más allá de su frialdad científica, representa hoy un acto de fidelidad al toro bravo. Gracias a ella, las cualidades excepcionales de ejemplares que marcaron tardes memorables pueden transmitirse a nuevas generaciones, multiplicando su influencia genética y evitando los azares de la cubrición natural. Victoriano del Río, al igual que otros ganaderos, emplea estas técnicas no solo para conservar, sino para elevar el nivel de su vacada. En un campo donde tradición y progreso caminan a menudo en conflicto, la ciencia se pone al servicio de la casta y la emoción.

Sobre este tema se habló el pasado domingo en El Séptimo Toro de Radio Intereconomía. Concretamente, fue Ricardo del Río, uno de los representantes de la vacada de Victoriano del Río, quien contentó a una pregunta formulada por los conductores de este espacio referente al toro Frenoso, de esta vacada, lidiado el pasado viernes en Las Ventas y frente al que Fernando Adrián pinchó las dos orejas: “Pudimos recoger el semen del toro; nos fastidia mucho no tener la posibilidad de perdonarle la vida a un toro así. No sólo la vuelta al ruedo, sino que es un toro que uno se da cuenta de la trascendencia que es cuando infinidad de ganaderos nos han felicitado y dado la enhorabuena. Fue un toro muy bueno para el aficionado y el torero, que estuvo a la altura. Los ganaderos han considerado que era un toro envidiable”, señalaba anoche Ricardo del Río en el programa.

Respecto al comportamiento de este animal en el ruedo, Ricardo del Río fue tajante: “Ha sido un toro muy importante; desde el primer muletazo se puso de acuerdo todo el público. Se pudo cuajar una faena importante”. Un astado que proviene de una de las reatas más relevantes dentro de una vacada que lleva lustros asentada en la élite: “Aldeano es el que me ha traído aquí, porque este toro era nieto directo de ese ejemplar que cambió el rumbo de nuestra ganadería”.

Fue un ejemplar de alta nota que propició una gran faena del madrileño Fernando Adrián, espada que perdió con la espada un gran triunfo en su plaza: “Uno no puede evaluar al toro por una tanda o serie; ha sido un toro muy completo. Fue emocionante, muy serio desde el principio. En la muleta, empezó a meter la cara desde el principio. Llegó unánimemente a todo el mundo”.

Fue una faena de gran intensidad que contó de esta forma en su toro a toro nuestro director, Marco Antonio Hierro:

El quinto no es que abriese la cara, es que apuntaba al cielo con las puntas de los pitones, que enseñaban las palas a quien estaba delante. Pero le faltó ritmo al animal en el saludo de Fernando Adriámn que quedó en una revolera para dar por terminado ese primer encuentro. Lo picó con mucha autoridad y acierto Alberto Sandoval, que a penas dejó un picotazo como segunda vara. Lo brindó al público Fernando y se fue a hincar de rodillas para pasarse por detrás la llegada emotiva y briosa del toro. Hasta le rozó la chaquetilla, pero lo bueno llegó después, cuando se lió a embestirle por abajo y con brava transmisión a Fernando, que le arrastraba la muleta por la arena para exigirle al buen animal. Emocionante todo. Con la mano a una cuarta del suelo y el gran ‘Frenoso’ comiéndose el trapo. Sólo un inoportuno desarme al natural, por pegarle el bicho un pequeño parón, puso una mácula a un trasteo que no desfalleció en intensidad en los siete minutos que duró. Otra vez se pasó la embestida por delante y por detrás en el epílogo, pero aquí ya no daba la impresión de a,bición, sino de seguridad, de madurez, de pausa. Tras las bernadinas finales, estaban las dos orejas ya en el esportón, tal era el nivel de locura generado en el ruedo, pero un pinchazo pareció bajar a todo el mundo de la nube. Una media arriba, tirándose con toda la fe, no dio para más que una vuelta tras el aviso.

Valencia, y otro Frenoso de vuelta al ruedo en la pasada Feria de Fallas

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Pero este no es el único Frenoso que ha destacado esta temporada, sin ir más lejos en la pasada Feria de Fallas Andrés Roca Rey cuajó de principio a fin a un toro del mismo nombre marcado también a fuego con el hierro de la vacada madrileña, un ejemplar al que le cortó las dos orejas tras una labor de gran intensidad. Un animal que, en esta ocasión, fue premiado con la vuelta al ruedo, no así el astado del pasado viernes en la Monumental Plaza de Toros de Las Ventas, un toro de vacas que ni siquiera recibió el honor del pañuelo azul.

Una tarde vivida -esta de Valencia- en directo por Javier Fernández-Caballero, quien narró para este medio la importante labor del diestro limeño en plenas Fallas:

El tercero fue otro toro serio,‘Frenoso’ de nombre, de 551 kilos, un animal al que cuidó en los dos primeros tercios Roca Rey. Máxima tensión en el quite al animal, ya que arrolló al joven peruano en el remate de los lances que había ejecutado por chicuelinas y tafalleras. Ya en el suelo, el torero se desplazó sobre sí mismo para evitar que el animal hiciese por él y lo hiriese. Eso le salvó de la cornada. La plaza ya estaba con él. Tras el tercio de banderillas, en el que se desmonteraron Antonio Chacón y Paquito Algaba, Roca Rey brindó a un tendido entregado, en medio de la diana floreada de El Soro. Tras el inicio explosivo en el que dejó cambiados de rodillas por la espalda, llegó su suprema y autoritaria quietud, pisando donde los pies queman, con un pasmoso hieratismo en cada una de las series ante la calidad de un toro de extraordinaria embestida y duración. Tremendo el momento y la obra de Andrés. Y todo a sones de La Concha Flamenca. Un espectáculo con el que vibró Valencia. Las dos series finales terminaron de caldear una obra a un bravo al que, cuando se cuadró con el acero Andrés, Valencia se lo impidió. Y siguió toreando por ayudados el peruano, dejando luego una soberbia estocada. Dos orejas del tirón y vuelta al ruedo al toro.