CÓRDOBA

Dos que piden un paso más en su carrera


viernes 23 mayo, 2025

Zulueta cuaja una tarde de piso en Los Califas y Manuel Quintana llama con fuerza a la puerta del toreo

Sin Título
Foto: Arjona

Fuentes Bocanegra, Javier Zulueta y el novillero sin picadores Manuel Quintana hacían el paseíllo, este 22 de mayo, en la plaza de toros de Los Califas de Córdoba para la primera de su Feria de la Salud. Se lidiaba un encierro de El Cotillo y Hermanos Collado Ruiz.

Un sobrado Quintana le corta las dos orejas al informal cierra plaza

Al sexto, un eral de buena hechura y mucha tecla en la muleta, le dejó Manuel Quintana una faena de mucho poso y de confirmación de las cualidades que atesora. Asentado, firme y con poso, supo templar una embestida que fue menos buena de lo que pareció en las telas del chaval, mucho más reposado de lo que hacía presagiar su bisoñez. Templó la embestida, tuvo inteligencia para mantener el nivel siempre en alto y mató al animal de un estoconazo que le valió el doble trofeo.

Zulueta saca la magia y desoreja al buen quinto

Tuvo sabor el saludo a la verónica de Zulueta al quinto, un toro de plaza de segunda que quiso ponerse por delante de los capotes y metió los riñones de mentira en el penco, pero al que supo lidiar con tremenda suavidad Daniel Duarte. Brillante fue el quite a la verónica del sobresaliente, Héctor Roberto, abrochado con una media de gran empaque. Brindó el novillo Zulueta y se fue a torear sin probaturas, aprovechando el tremendo fondo del castaño, que se le deslizó por abajo en la muleta con mucha clase. Supo dejarla muerta Javier, y supo esperar la acometida para ir esculpiendo la faena con mucho sentido. Toreó con mucho relajo Javier, con mucha conexión con un tendido muy a favor. Una estocada fulminante le puso en la mano las dos orejas.

Bocanegra saluda una ovación con el cuarto por su fallo con el acero

El cuarto fue un animal informal y sin orden que le puso un examen importante a la hora de comprobar el pulso a Fuente Bocanegra, siempre empeñado en crear espectáculo con esa embestida anodina que tenía delante. Suavidad constante fue el arma que usó el novillero para andar por encima de un animal de El Cotillo que se penasaba mucho cada arrancada. Sin ligar, de muletazo en muletazo, fue construyendo el novillero una faena cimentada en la excelencia del trazo, ya que no podía haber ligazón. Pagó construyendo una voltereta su compromiso con el triunfo y una estocada atravesada no bastó para que pasease una oreja por el mal uso de los aceros.

El buen toreo de Quintana queda en oreja tras un pinchazo hondo

La manera de mecer el capote de Manuel Quintana al tercero fue sencillamente sensacional. Echando adelante el trapo, enganchando con sutilidad y transportando la embestida como si ese mecanismo lo hubiera sucedido veinte millones de veces. Y tal vez fue así, porque así lo sugirió también la naturalidad de las chicuelinas con las que quitó antes del tercio de banderillas. Templadísimo tras brindar al público, fue sacando Quintana más sapiencia que recursos, porque la suya fue faena de aprovechar las bondades del torete con suavidad subrayada, pero también de componer y vestir cuando no había embestida boyante. Le deja naturales de dormirse en el trazo el chaval, siempre toreando a placer, con el eral pareciendo poco enemigo para su capacidad. Media estocada delantera y una entera no restaron premio al torero, que paseó una oreja tras aviso.

Javier Zulueta en Córdoba

Zulueta muestra su limpieza con un segundo que se va sin una oreja

Al segundo, cuajado y con trapío de sobra, le faltó edad, pero no volumen para tener importancia. Brindó al público Zulueta, y se fue a pasar al animal con doblones suaves que tomó obediente. Porque llegaba el animal a las telas, pero no iba más allá de los embroques ni más encelado que hasta los cites, y a partir de la segunda serie al natural se lo hizo saber a Zulueta. Sereno y frío el sevillano, supo solventar el problema de las arrancadas, pero se metió en el de las cercanías que no soportaba bien el animal. Un punto mecánico el sevillano, solventó los problemas del animal a diestras, dejando algunos muletazos de buen trazo, pero quiso suplir el escaso bagaje con naturales de fuste, y fue ahí donde logró dejar su huella. Ahí y en un epílogo de trincheras de mucho sabor que precedió a la estocada hasta las cintas. Oreja.

Fuentes Bocanegra, primera oreja de la feria

El novillero cordobés abrió en buen tono la Feria de la Salud con una faena seria, de buen tono al primero del abono, del que paseó una merecida oreja

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Los Califas, Córdoba. Primera de la feria de la Salud. Novillada con picadores mixta.

Novillos y erales de El Cotillo y Hermanos Collado Ruiz. De buen juego el primero, noblón y obediente el segundo, enclasado y con entrega el tercero, de gran docilidad y escasa repetición el cuarto, enclasado y con entrega el gran quinto y obediente y con entrega el sexto

Fuentes Bocanegra, oreja y ovación

Javier Zulueta, oreja y dos orejas

El novillero sin caballos Manuel Quintana, oreja y dos orejas